La Albirroja empató sin goles ante Argentina en un colmado Defensores del Chaco, punto que puede tener un alto valor si se consigue sumar en los próximos juegos de visitante (Chile y Bolivia).
La Albirroja tuvo dos versiones, pero por sobre todas las cosas, por lo expuesto tácticamente, se valora la recuperación de la mística jugando en casa, imponiendo la fuerza e incomodando a un rival de mucha calidad, cuando el duelo se hizo adverso.
Tras una primera parte en donde costó acomodarse al equipo nacional, en la complementaria las variantes en las posiciones brindaron una tónica distinta en el ensamble, permitiendo creer en el juego, permitiendo la revalorización de figuras puntuales.
En el fondo, Alderete se adueñó de la zona, con determinación para aventurarse en ofensiva, naciendo en sus cortes opciones en ataque. A su vez, Arzamendia mostró una versión más precisa, al igual que Villasanti y Morel, que se multiplicaron para cortar circuitos de un equipo argentino que basó su esquema en la figura de Leonel Messi, al que lo incomodaron todo el compromiso.
Entre los puntos flojos, la incómoda actuación de Robert Rojas, que sigue sin sentir el puesto, misma situación al exponer a la lucha a Antonio Sanabria, muy lejos de su zona de confort. A pesar de todo, se tuvieron chances, pero esta vez faltó precisión.
Argentina quiso jugar a lo campeón, con lo que representa su rico plantel, pero la elección estratégica fue correcta, sumado a ello la entrega del grupo, que esta vez sí estuvo a la altura.
En un caliente Defensores, Paraguay igualó con Argentina sin goles en picante duelo.