Cerro Porteño le hizo sentir muy visitante a Deportivo Capiatá, en el primer tiempo.
El Ciclón pudo cerrar ese periodo ganando por más de 1 a 0 y tal vez con Diego Churín con un hat trick anotado a su cuenta.
El goleador azulgrana marcó el primero, en otra jugada estrelló el balón en el horizontal y en otra eludió a Joel Silva y no pudo rematar impedido por Robert Aldama.
En el equipo de Jubero todos están involucrados en iniciar y gestar las acciones ofensivas, pero sin dudas que Novick es el elegido para tocar las mayorías de las penúltimas pelotas, porque tiene buena visión periférica y claridad para esa determinada función.
Cerca de los 30 minutos, los visitantes, más por empuje que fútbol, lograron zafarse de la presión y el dominio al que fueron sometidos. Salcedo, obsesionado por el gol, en un par de acciones, se apuró en la definición.
Más elaborado. 60 minutos Jubero hizo jugar a su equipo sin extremos explosivos, veloces, como Rojitas o Ruiz. Prefirió mayor elaboración de las jugadas y del cambio de ritmo se encargaron mayormente los laterales, Raúl Cáceres y Santiago Arzamendia.
Cambio de estrategia. Cerro retrocedió líneas en el complemento y ya no fue intenso en su juego como en los primeros 30 minutos del partido.
Capiatá tuvo mayor tiempo la pelota y eso dejó en evidencia que tiene limitaciones para asumir el protagonismo. Con cancha y pelota a disposición, no pudo hacer llegar balones limpios a Santiago Salcedo ni a Julio Rodríguez.
Topo Cáceres, lideró la tarea de contención.
