“Nueva normalidad = Miseria”, rezaba una extensa bandera celeste y blanca que encabezaba una columna de manifestantes frente al Obelisco, en el centro de la capital argentina, con pancartas pidiendo “libertad” y “justicia”, además de críticas al Ejecutivo, y que luego se dirigió a la Casa Rosada, la sede gubernamental en la histórica Plaza de Mayo.
Las manifestaciones se replicaron en diferentes barrios de la ciudad y en las localidades del cordón urbano que la rodea, en la denominada área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pese a que en la región rige una cuarentena estricta hasta el 17 de julio porque es el principal foco de transmisión comunitaria de coronavirus y solo se puede circular con un permiso especial para trabajadores de sectores esenciales.
También hubo importantes protestas frente a la residencia presidencial, donde se congregó una multitud y centenares de automóviles hicieron sonar sus bocinas, y en las ciudades de Córdoba, Rosario, Santa Fe y Mendoza, entre otras, con otras consignas como el rechazo a la expropiación de la firma Vicentin.
Los banderazos se realizaron apenas horas después de que el presidente de la República enviara por la mañana un mensaje conciliador durante el acto por el Día de la Independencia argentina y pidiera a la población dejar atrás “el odio y las divisiones” para “unirse en un destino común” y superar los problemas que atraviesa la nación austral.
Argentina volvió a romper ayer el récord de contagios diarios, con 3.663 casos y 26 muertes, totalizando 93.693 infectados y 1.720 fallecidos, desde el inicio de la pandemia en el país, el 3 de marzo pasado.
Apoyo