06 ago. 2025

Protagonistas encargados de los dulces sueños

Los beneficios de fomentar el emprendimiento en los niños son múltiples, desarrollan la creatividad, la confianza, la responsabilidad, el pensamiento positivo y les ayudan a tomar decisiones. Gracias a eso fomentan su autonomía y superación ante la vida. Tal es el caso de Joaquín, Belén e Inés Obelar Codas, quienes llevan adelante con ayuda de sus padres, su emprendimiento de confección de pijamas Jagua Paraguay.

Con espíritu de emprendedores. Los niños de 12, 11 y 8 años de edad, respectivamente, iniciaron su aventura en el mundo laboral en el año 2019, gracias a una idea que surgió en las instalaciones de la empresa de serigrafía y bordados de sus padres, Gaby Codas y Humberto Obelar.

“Todo comenzó en octubre del 2019 cuando los niños daban vueltas por la empresa y se les ocurrió hacer pijamas para ellos mismos”, menciona la madre de los tres niños y añade que por lo vistosos que eran los atuendos, algunas personas los apreciaban y pedían. “Entonces Belén tuvo la idea de hacer pijamas para vender”, recuerda.

Los pequeños emprendedores propusieron a sus padres sus ideas y ellos aceptaron sus proyectos, y se pusieron manos a la obra.

Primeramente buscaron algunos diseños para crear los bocetos, todo con ayuda de los colaboradores de la empresa de sus padres, luego iniciaron con la confección. Para promocionar las prendas de dormir crearon una cuenta en Instagram, Jagua Py. La madre comenta que las ganancias que generan en el mes el 30% es para cubrir los gastos de tela, corte e impresión y el 70% se dividen entre los tres. “Ellos ahorran y se compran para sus cosas”, dice Gaby.

Los pedidos se realizan a través de la red social y ellos mismos se encargan de anotar con ayuda de su madre. Los envíos se realizan por delivery con costo adicional. “Al principio los envíos eran 2 o 3 por semana. Ahora ya tienen pedidos todos los días y el costo del delivery es dependiendo de la zona”, relata la mamá.

El trabajo lo realizan en conjunto. Inés, la más pequeña, se ocupa de ordenar la producción por talles a medida que van saliendo, además ayuda con el empaque para las entregas. En cuanto a los diseños depende de los géneros de los pedidos. “Por lo general Joaquín elige de nenes y Belén e Inés de las nenas y se confecciona a grandes cantidades”, menciona la mamá.

tendencia. Por las medidas de la cuarentena y el aislamiento social, el pijama se sumó a la vida cotidiana por lo que Joaquín, Belén e Inés aumentaron sus ventas. “Ellos están felices y entusiasmados”, resalta.

En cuanto a las medidas, iniciaron con la confección de pijamas para niños y jóvenes hasta talle 16, pero por el auge de ventas ahora ofrecen todos los tamaños, hasta XXG.

A partir de esta semana los niños tendrán su espacio de venta en un centro comercial.

Para Gaby y su esposo el espíritu de emprendedores que poseen sus hijos representa un orgullo, porque a pesar de sus cortas edades, ponen ganas y entusiasmos para trabajar y llevar adelanta lo que se proponen. “Nosotros estamos felices con sus logros”, concluye.


Joaquín, Belén e Inés, tres hermanos emprendedores que pusieron manos a la obra para vender pijamas