Basuras por doquier, ropas desechas desparramadas en el piso, botellas, latitas de cerveza y vestigios de consumo de drogas es el panorama que ofrecen varios inmuebles abandonados en Asunción.
Desde la vereda como en cada rincón de estos edificios y patios baldíos imperan el hedor y la inmundicia. En medio de todo eso y más, sobreviven indistintamente niños y adultos sin rumbo fijo, sumidos en la indigencia y expuestos a toda clase de explotación y abuso.
Existen, por lo bajo, cinco locales identificados que se encuentran en esta situación. Y no fue hasta la intervención que hiciera –el lunes pasado– la Fiscalía Antitrata en el predio de la ex cervecería, donde prostituían a niñas indígenas, que la Municipalidad de Asunción se resolvió en encomendar a una comitiva para que verifique lo que en esos lugares pasa.
Ayer, funcionarios de la Dirección de Salubridad del Departamento de Defensa al Consumidor de la Comuna capitalina recorrieron tres de estos puntos críticos y pudieron constatar que se tratan de verdaderos aguantaderos de marginales. “Donde duermen, hacen también sus necesidades fisiológicas”, comentó Cresencio Nalerio, de dicha dependencia municipal.
Verificaron la situación de insalubridad que reina en esos sitios plagados de inmundicias que los vuelve, incluso, en potenciales criaderos de todo tipo de alimañas y del mosquito transmisor del dengue.
Intervención. Nalerio refirió que elevarán un informe a las direcciones pertinentes del Municipio, como la de Obras, Medioambiente, entre otras, de modo que se resuelva quién tiene que intervenir en caso de inmuebles abandonados.
Por la preocupación que revisten estas instalaciones a los ojos de la ciudadanía, ya que sirven de guarida de adictos y marginales, es que decidieron –dijo– realizar la verificación correspondiente.
A simple vista, a su entender, amerita una intervención y eventualmente el cierre de estos inmuebles para evitar que sean ocupados de manera irregular.
“Creo que la Municipalidad puede hacer una intervención tipo allanamiento para hacer una limpieza. Pero primero hay que ubicar a los dueños o tener una orden judicial porque son propiedades privadas”, apuntó.
Preliminarmente manejan, señaló, el nombre de la firma Campo Antiguo como la propietaria de lo que quedó de la ex cervecera, cuyo perímetro abarca las calles Hernandarias, Don Bosco, Estrella y Palma.
El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) adquirió en 2009 el edificio Excelsior, que desde hace varios años es habitado por una fluctuante cantidad de indigentes y adictos.
La situación de estos lugares es deplorable; puede afectar el entorno, a los vecinos y el medioambiente. Cresencio Nalerio, funcionario municipal.