El intendente electo de Ciudad del Este, Miguel Prieto, trabó judicialmente ayer el acceso a las cuentas municipales. De esta manera, ningún fondo municipal se puede retirar, ni ejecutar pagos.
A través del oficio 260, fue notificado en Banco Continental sobre la medida dispuesta por el juez Penal de Garantías, Amilcar Marecos.
Dicha medida dispone “la inmediata suspensión preventiva de cualquier pago o desembolso por parte de la Municipalidad de Ciudad del Este o sus representantes, a cualquier persona o institución”.
Al respecto, Prieto explicó a los funcionarios que estén tranquilos, que el pago de salario se va a estar regularizando, “pero tenemos informaciones fidedignas de que gran parte del dinero que querían retirar hoy (ayer) era para comisiones y obras inexistentes y es por que pedimos de manera urgente este amparo”, explicó.
Insistió que se estará pagando el salario a los funcionarios una vez que asuma las riendas de la administración municipal. “Vamos a estar trabajando las 24 horas del día para estar pagando a quienes tengamos que pagar, pero no vamos a estar permitiendo más robos a la institución municipal”, dijo.
Adelantó que la abogada Yolanda Paredes, esposa del senador Paraguayo Cubas, asumirá la dirección de Recursos Humanos. “Le espera una tarea gigantesca, pero necesitamos frenar el robo a la institución municipal y eso es lo que estamos haciendo”.
La reacción por parte de los funcionarios no se hizo esperar. Tras llegar la notificación a la institución, inmediatamente un grupo de funcionarios empezó a manifestarse frente al Departamento de Recursos Humanos.
Antonio Fernández, secretario general del Sindicato de Funcionarios de la Comuna, dijo que ayer un último grupo de funcionarios debían percibir sus haberes, correspondientes al mes de abril. Lamentó que la medida cautelar haya afectado el pago de salarios. Dijo que era un aspecto que debió tenerse en cuenta.
MÁS TENSIÓN. El clima de tensión subió de tono, cuando un grupo de funcionarios municipales se trasladó hasta la Junta Municipal, que ayer sesionó de forma extraordinaria. Allí estaba otro grupo de simpatizantes de Prieto y por poco se llegó a los puños, debido a que acusaban a los obreros municipales de planilleros y hurreros.
El grupo de ciudadanos, ante el rumor de que se estarían aprobando adjudicaciones de obras, se instalaron en el predio del legislativo. Cuando se iba a iniciar la sesión, un desconocido arrojó gas pimienta, lo que impidió la reunión.
Se tuvo que esperar más de una hora y con tapabocas, finalmente los ediles se reunieron y aprobaron dictámenes, relacionados a adjudicaciones de solares municipales.