10 ago. 2025

Presuntos estafadores afrontarán juicio oral y público

SET.  Créditos fiscales falsos ocasionaron millonario desvío.

SET. Créditos fiscales falsos ocasionaron millonario desvío.

Elva Ignacia Cristaldo González, César Osvaldo Monnin Marti, Luis Alberto Romero Torres e Ilefonso Simón deberán afrontar juicio oral y público en el caso que investiga el negociado de créditos fiscales falsos, que dejó un perjuicio al fisco de 51.000 millones de guaraníes (USD 11,2 millones).

Los mismos fueron acusados por la fiscala Irma Llano por el hecho punible de estafa. La jueza Lici Sánchez decidió durante una audiencia preliminar, llevada a cabo el 14 de diciembre del año pasado, que los acusados sean juzgados ante un Tribunal de Sentencia. Pero la defensa de los encausados apeló la resolución de la jueza Sánchez. Finalmente, el Tribunal de Apelación Penal, segunda Sala, resolvió declarar inadmisible (que ni siquiera admite) los recursos.

En esta causa se encuentran acusados, además, Fabio Gabriel Gaona Aquino y Pedro Augusto Guillén Tellechea, quienes en el momento del hecho eran funcionarios de la Secretaría de Estado de Tributación. Asimismo, Diego Manuel del Puerto Bordón, de la firma Doris SA; Valentín Antonio Acosta, de la firma ODV Enginer Mecatronic Server SRL; Jorge Andrés Gallo Mendoza y Silvia Antonia Cristaldo. Igualmente, Víctor Daniel y Antonio Soler Arriola.

PERJUICIO. En el caso existe un perjuicio al fisco de G. 51.416.100.500, conforme señala la fiscala Irma Llano, en su acta de imputación.

Según explica, la firma DVN tenía supuesto crédito fiscal de G. 21.816.627.000, que vendió a Cervecería Paraguaya por G. 14.000 millones; a Ale Internacional, por G. 2.816.627.000, y a William García, por G. 5.000 millones. Asimismo, la empresa Doris tenía supuesto crédito por G. 16.334.473.585, lo que vendió a la Cooperativa Colonias Unidas, por G. 14.334.473.500.

Finalmente, ODV Enginer Mecatronic Server SRL tenía G. 13.265.078.907, que vendió a Agropecuaria Industrial Limitada por G. 13.265.000.000. Sin embargo, los créditos eran falsos, ya que se alteraron los sistemas informáticos.