El proyecto se inició durante la administración de Rafael Filizzola como ministro del Interior y no se culminó porque la empresa constructora tuvo un atraso y el 10 de enero de 2011 la dirección administrativa de la cartera de Estado pidió que no se pague la obra, señaló Filizzola.
Al no cumplir debidamente con el trabajo, el 19 de agosto de 2011, se rescindió el contrato y se solicitó el pago de la póliza de seguro, que orilla los 452 millones de guaraníes, ya que la firma recibió el pago por el trabajo.
En ese tiempo, Filizzola recuerda que ya no se desempeñaba como ministro.
La denuncia de la obra inconclusa la formuló el ministro del Interior, Francisco de Vargas, al verificar que las comisarías del área metropolitana presentan los calabozos sin finalizar, incluso algunos refaccionados presentaban de nuevo daños en la estructura.
Las comisarías que fueron visitadas por un equipo de ÚH son la 1, 5, 7, 11 y 12, que son las que cuentan con celdas inhumanas para los detenidos. Ninguna de estas obras cuentan con sanitario. Las rejas no son las adecuadas para resguardar a los peligrosos delincuentes que son aprehendidos por la Policía.
En el caso de la comisaría 12 Metropolitana, los detenidos deben soportar el olor nauseabundo de la celda. Si no realizan sus necesidades fisiológicas en una esquina, deben ser trasladados por agentes fuera del calabozo.
Al lado de la Comisaría 12, está la Comisaría 17, que es solo para albergar a las mujeres detenidas.