Cuando la política está judicializada pueden notarse que las prácticas políticas pasan a dirimirse en un escenario judicial, apuntó el analista, “absolutamente cooptado” por el poder político mayoritario. “Cuando los jueces y fiscales son manipulados por los actores políticos poderosos, ocasiona el debilitamiento del estado de derecho y de la misma calidad de la democracia”, señaló.
Se reconoce que el presidente del PLRA puede ser querido y odiado, pero para Pérez Talia no se trata de la persona, sino del hecho.
Como opción de solución, el politólogo coincide en que existen dos salidas. La primera, la institucional, que implica cambiar desde adentro con las mismas reglas de juego. Y, la segunda, es la presión ciudadana y la articulación de las fuerzas políticas no alineadas.
El senador del Frente Guasu Jorge Querey indicó que, efectivamente, existen dos vías para que la estructura judicial deje de usarse para perseguir a opositores. Indicó que estos medios son, “tener una mayoría política por los mecanismos institucionales, o “el consenso, la movilización, indignación y presión ciudadanas”.