El príncipe Felipe, de 99 años, ingresó hace una semana para recibir tratamiento por un problema no especificado, ya que la comunicación oficial solo dijo de que su estancia en el centro médico a donde llegó desde el Castillo de Windsor era para “observación y descanso”.
Una semana después del primer comunicado, el Palacio de Buckingham emitió uno nuevo informando sobre la dolencia de Felipe.
El duque de Edimburgo está “respondiendo al tratamiento” por una infección, que fue la causa por la que fue ingresado en el hospital y “donde está recibiendo atención médica”, señala la escueta nota de la residencia oficial de la soberana.
“Se encuentra cómodo y está respondiendo al tratamiento, pero no se espera que abandone el hospital durante algunos días”, agrega el comunicado del palacio, que la semana pasada aseguró que el estado de salud del duque no está relacionado con el coronavirus.
VISITA QUE HIZO SALTAR TODAS LAS ALARMAS
Carlos de Inglaterra visitó a su padre el pasado domingo. Pese a las restricciones obligadas por la pandemia para las visitas, el heredero acudió a ver al duque con el que estuvo 30 minutos después de haber hecho un viaje de casi tres horas por carretera desde su casa de Highgrove en Gloucestershire. El príncipe de Gales entró por la puerta trasera para eludir a la prensa. Testigos de la escena aseguran que Carlos salió visiblemente emocionado.
El lunes su nieto Guillermo al ser preguntado en un acto público sobre el estado de salud de su abuelo se limitó a decir: “Está bien, lo están vigilando”. No hay constancia de que Felipe de Edimburgo haya recibido más visitas. Isabel II permanece en el Castillo de Windsor.
DISGUSTADO POR EL MEGXIT
En las últimas horas trascendió que Felipe está muy disgustado por la decisión de su nieto Enrique de apartarse definitivamente de la familia real. Felipe de Edimburgo hizo grandes esfuerzos por intentar comprender exactamente por qué la joven pareja formada por Enrique y Meghan, que aparentemente lo tenía todo de su lado, querría cambiar su privilegiada vida por una existencia más corriente. Así lo explicó Ingrid Seward, biógrafa que escribió libros acerca de diversos miembros de los Windsor: “Ha sufrido mucho, por ejemplo, por lo que ve como un abandono por parte de su nieto Enrique de sus tareas, porque deje su tierra natal y todo lo que amaba por una vida egoísta y de famoso en Norteamérica. Se le hizo muy difícil comprender exactamente qué era lo que hacía la vida de su nieto tan insoportable. Hasta donde sabe Felipe, el matrimonio lo tenía todo: una casa perfecta, un hijo sano y una oportunidad única para lograr un enorme impacto global con sus tareas solidarias”.
El marido de Isabel II, de 99 años, permanece ingresado desde hace nueve días en un hospital de Londres sin que se haya revelado la causa de su dolencia.