La Academia de Hollywood apuesta por un escenario ágil y glamoroso para adornar el Teatro Kodak de Los Ángeles, este 7 de marzo, en la 82ª edición de los Oscar.
La idea es crear la sensación de que los presentadores salen de sus películas en el escenario, adelanta el arquitecto David Rockwell, quien por segundo año consecutivo es responsable de la puesta en escena de la ceremonia.
Igual que el año pasado, el escenario lucirá una cortina de cristales de Swarovski, con 18 metros de alto por 30 de ancho, para vestir la parte superior del decorado.
El suelo blanco va a rotar y girar, permitiendo que la cámara se mueva mientras los presentadores aparecen.
Se contará con tres cilindros equipados con una pantalla LED en la que se verán imágenes de filmes y detrás de las que aparecerán los presentadores.
En esta edición, el arquitecto volverá a situar a la audiencia del teatro próxima al escenario, lo que califica muy acertado.