Numerosos espacios en el Ministerio de Relaciones Exteriores están en manos de políticos. Los leales apadrinados son ubicados en codiciados cargos del servicio exterior.
Recientemente, el Senado aprobó un cuestionado proyecto que contempla modificaciones a la ley del servicio diplomático, consular y administrativo. Lo que hicieron los senadores fue eliminar filtros y establecer criterios menos rigurosos para que funcionarios puedan acceder al escalafón diplomático.
A continuación, algunos casos como muestra de los cupos políticos en la Cancillería asignados al servicio exterior.
Un caso nuevo es el de Nancy Ovelar, hermana de la senadora Blanca Ovelar (oficialista), quien hace unos días juró como embajadora paraguaya ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con sede en París, Francia.
Fue nombrada por Decreto presidencial N° 6517, de fecha 27 de diciembre del 2021, tras obtener sin ningún inconveniente el acuerdo constitucional en la Cámara Alta.
No ocurrió lo mismo con el senador Enrique Riera, quien fue propuesto por el Ejecutivo para el cargo de embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, pero no consiguió los votos suficientes.
Ovelar fue viceministra de Educación de Mario Abdo. Sin embargo, ante las diferencias que mantuvo con el ex ministro de Educación Eduardo Petta, terminó alejándose de la cartera de Estado. Asumió una posición crítica en aquel momento.
Ahora retorna con un cargo diplomático, mediante un amplio acuerdo político con el Ejecutivo.
El salario que percibirá como embajadora ante la Unesco supera los G. 60 millones. Pero, contradictoriamente, en entrevista con un medio internacional manifestó que le desagrada la inequidad y la pobreza en Paraguay. Expresiones que le generaron lluvia de críticas.
Jorge Coscia Saccarello, esposo de la senadora Lilian Samaniego, es cónsul general del Paraguay en la ciudad brasileña de Foz de Yguazú. Justamente Samaniego es la proyectista de la normativa referida párrafos antes, que politiza cupos en la Cancillería.
El documento que ya cuenta con media sanción del Senado debe ser estudiado en la Cámara de Diputados.
Belinda Gómez Cattebeke, cónsul de primera de Paraguay en la ciudad de Clorinda, Argentina, es la hija del ex senador Octavio Gómez. Fue concejala de Villa Hayes y candidata por el movimiento Colorado Añetete a la Gobernación de Presidente Hayes en las elecciones internas del 2017.
Leila Afara Argüello, hija del senador Juan Afara, es otra bien acomodada en una representación diplomática de nuestro país en el exterior. Oficial en el Consulado paraguayo en Miami, EEUU, desde el 2019.
Carolina D’Ecclesiis Ferreira, hija del diputado colorado Freddy D’Ecclesiis, también está de misión en el exterior. Nombrada como oficial en el Consulado paraguayo en Río de Janeiro, Brasil. Retornó al cargo, del que fue destituida en el 2017, justo después de que su padre se apartara del movimiento Honor Colorado y se pasara a las filas de Colorado Añetete.
Durante el gobierno de Cartes, por citar algunos casos, el actual director de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, fue designado embajador ante el Gobierno de Argentina. Mientras que el secretario privado de la Presidencia, Fernando Ojeda, fue enviado como embajador a Alemania.
Para la Asociación de Diplomáticos Escalafonados del Paraguay (ADEP), el proyecto con media sanción del Senado, en esencia, deja a criterio político el escalafón y resta preponderancia al concurso público. Tampoco la Cancillería acompaña las modificaciones.
Entre los aspectos de la ley que sufren modificaciones sustanciales, están las que reducen filtros para que los “técnicos” que podrían estar sujetos a la injerencia política, ingresen en el escalafón.
Caso de acoso que involucró a cónsul
Dirigente político de Paraguarí, Héctor Figueredo (izq.), fue premiado por el presidente Mario Abdo Benítez con el cargo de cónsul en Buenos Aires, pero obligado a renunciar, tras ser denunciado por acoso sexual. Nombrado en diciembre de 2018 dejó el cargo en febrero del año siguiente.