Polémica en Senado por protesta de una firma no adjudicada

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Sesión virtual. Desde que se inició la pandemia, se dejó de lado el sistema presencial.

En el Senado se desató una polémica en medio de las fiestas de fin de año debido a una protesta que saltó con relación a la adquisición de un sistema integrado de conferencias multimedia y audiovisual para la sala de sesiones.

El llamado, que figura en la página de Contrataciones Públicas, registraba un presupuesto por un monto total de casi G. 4.200 millones.

Estaba dirigido a la compra de equipos, accesorios y programas computacionales, de oficina, educativos, de imprenta, de comunicación y señalamiento, que serviría para las sesiones virtuales.

De las empresas que se presentaron, resultó adjudicada Gallery SRL PRO - Audio Lignting Store que presentó la oferta por un valor de casi G. 3.900 millones.

Otra de las oferentes, SELCOM SRL, decidió impugnar el resultado, por lo que Contrataciones Públicas recomendó dejar sin efecto.

El presidente del Congreso Óscar Salomón primero decidió tirar el fardo a su colega Gilberto Apuril y a uno de los funcionarios del Senado, encargado del sistema, Ricardo Onieva, alegando que ellos le asesoraron porque la licitación era muy técnica.

“Le dije a Tony que sea la oferta más conveniente para el Senado. Me dijo que es la que se ajusta al pliego de bases y condiciones. Onieva me dice que es la que cumple con todas las condiciones. Lo único que hice fue firmar”, manifestó Salomón.

Aparentemente, Selcom habría presentado un presupuesto mucho menor, pero luego el colorado refirió que estaría accionando contra esta empresa porque habría cometido falsificación.

Posteriormente, el titular de la Cámara Alta mencionó la necesidad de contar con el servicio adjudicado, ya que permitiría contar con mayor acceso a la información.

Trajo a colación, que permanentemente son consultados sobre la lista de las votaciones, sobre todo cuando son bastante reñidas.

Alegó que con este sistema se podrá tener una acceso directo incluso de los que están participando de la sesión en momento real, a través de pantallas que se instalarán tanto en la sala de prensa como en el cuarto piso, desde donde está asignado un espacio para que los periodistas puedan seguir las sesiones.

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