“El agua tiene algas, está de color verde oscuro y sigue la presencia de grasa. Pedimos un plan de remediación de verdad, no solo la colocación de camalotes”, remarcó Remigio Leguizamón, poblador del lugar.
En la jornada de ayer se tomaron muestras de agua y sedimento. Desde el Ministerio del Ambiente habían anunciado que realizarán monitoreo del comportamiento de los camalotes colocados días atrás, y en paralelo se realizarán los estudios laboratoriales junto con el Centro de Investigación y Servicios (Cemit) de la UNA. También habían señalado que la presencia de sales, que a comienzos de la problemática tenía un alto nivel, se redujo al 50%, según los estudios.
El fin de semana el camino hecho sobre la laguna, que había sido construido de manera ilegal, sufrió un desmoronamiento luego de las continuas lluvias, lo que provocó que el agua contaminada se encuentre con el área libre de desechos químicos tras desaparecer la división existente por el terraplén.