El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) conmemoró ayer el 127 aniversario de la gesta revolucionaria del 18 de octubre de 1891, en medio de la división interna y este año el presidente de esta agrupación política centró su mensaje en el clamor que se escucha desde abril de 2017 que es justicia por el asesinato del joven Rodrigo Quintana, por orden de la Policía del entonces presidente Horacio Cartes.
Primeramente Efraín Alegre, líder del principal partido de oposición, dijo que el 18 de octubre representa “la esencia del liberalismo porque es coraje, valentía y heroísmo”.
Rememoró frente al Panteón 18 de octubre en el Cementerio de la Recoleta, que la Justicia no resolvió el caso de los últimos mártires como consideró a Rodrigo Quintana, joven asesinado en el escenario de la lucha contra la enmienda para la reelección.
Exhortó a la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, que la institución se haga responsable de hallar y juzgar a todos los culpables.
“Necesito una señal de la Fiscalía y el Ministerio Público que están investigando a los verdaderos responsables del asesinato”, dijo Alegre a pedido de don Fidelino Quintana, padre del joven difunto.
Anunció que es voluntad de Fidelino que una vez que la Justicia dé esa señal, los familiares de Rodrigo van a consentir que se limpie la sangre derramada por el joven que quedó como testimonio del asesinato en el partido.
A todo esto Alegre dijo que lo conversado con el presidente Mario Abdo Benítez se sintetizó en reformar la Justicia, luchar contra la corrupción y la mafia.
Negó que por este acercamiento vayan a arriar la bandera de opositores y mucho menos conformarse con cargos.“Con el Gobierno no hablamos de repartija de cargos, ni cargos ni prebendas nos interesa. Somos oposición y eso y nuestra línea política se la haremos saber siempre”, dijo.
Asistieron al acto liberal la senadora Desirée Masi y el titular del Partido Democrático Progresita, Rafael Filizzola.
Ausencias. Una masiva ausencia de legisladores liberales se registró, entre las más notorias la de los llanistas que, como estaba previsto por la división, no asistieron.