Con solo recorrer las zonas ribereñas de Asunción se puede tener un panorama de la elevada contaminación que afecta a los cursos hídricos, las playas y las poblaciones marginales existentes debido a la enorme cantidad de plásticos, entre bolsas, envases y otros objetos, que se encuentran hundidos en sus aguas o muy metidos en las arenas.
A pesar del riesgo que representa el polietileno para el medioambiente, sobre todo para la salud de las personas y la flora y fauna que caracterizan a esos cauces y lugares, su uso indiscriminado no pudo ser siquiera reducido por las autoridades nacionales y municipales.
Los ediles Javier Pintos y Sandra Benítez, a través de una minuta derivada a Intendencia para su estudio, plantean la realización de una campaña para hacer un cambio por elementos biodegradables de estos recipientes. Para ello urgen conformar una mesa de trabajo entre la Junta Municipal, la Cámara Paraguaya de Supermercados, el Instituto de Artesanía y la Asociación de Artesanos de Asunción.
LETRA MUERTA. El escaso resultado en la reducción de la utilización del plástico fue admitida por el director de Gestión Ambiental de la Comuna capitalina, David Cardozo.
Indicó que al principio se tuvo acatamiento de lo establecido en la Ley 5414/15 de promoción y disminución del uso del plástico polietileno por parte de los supermercadistas, pero que su cumplimiento hoy día cayó totalmente en saco roto.
Esa norma señalaba que en esos comercios, los clientes debían pagar recién a partir de la cuarta bolsa entregada la ínfima suma de G. 300.
Informó que la dirección a su cargo remitió nota al Ministerio de Industria y Comercio (MIC) para trabajar en conjunto y ver la forma de revertir esta situación.
Incluso apuntó que se debe incluir en la ley un artículo que obligue a quien contamina a limpiar cursos hídricos y playas y disponer los desechos en Cateura, además de la multa.
La Ordenanza 408/14 Basura Cero fija monto de hasta G. 227.718.000 (2.700 jornales); mientras que la Ley 5414/14 hasta G. 42.170.000 (500 jornales).