También apuntó la necesidad de impulsar la separación de personas condenadas de procesadas dentro del sistema penitenciario.
Respecto al traslado del penal, el ministro afirmó que el actual centro de reclusión, ubicado sobre la avenida Mariscal López, no cumple con las condiciones mínimas para la atención especial que requieren las mujeres privadas de libertad.
“El lugar donde está la cárcel es uno de los más transitados y por ello no cumple con las medidas de seguridad. Ahí se encuentran madres, hay chicos y no están dadas las condiciones para que sigan en ese lugar”, expresó Barchini.
Sobre la construcción del nuevo penal, reveló que este año comenzarán las obras para la construcción de las nuevas celdas que serán ocupadas por las internas, que actualmente se encuentran en un edificio donde antes funcionaba un convento.
Barchini recibió una directiva del presidente Santiago Peña para realizar la mudanza. El anuncio lo hizo en el marco de una visita realizada por las autoridades del Ministerio de Justicia a la cárcel de Emboscada antigua, donde se inauguraron cuatro cabinas para audiencias telemáticas.
SEPARAR. El ministro de Justicia también adelantó sobre la necesidad de impulsar la separación de personas condenadas y las procesadas en el sistema penitenciario.
En ese sentido, apuntó que el sistema cuenta con un déficit de 100 personas por semana, entre la cantidad de personas que ingresan a las cárceles y las que salen en libertad. “Hagan el cálculo de producción en un mes, en un año, en cinco y en diez años. Vamos a tener que seguir construyendo cárceles permanentemente”, detalló.
“Es por ello –dijo– que se busca impulsar modificaciones en el Código Procesal Penal y brindar beneficios a las personas privadas de su libertad que cumplen con el estudio, el trabajo y otras medidas de reinserción, con el fin de facilitar su salida de las cárceles”.
