Estos datos divulgados en la tarde del miércoles por la prensa del vecino país fueron rescatados del teléfono móvil del piloto, que fue requisado en un operativo realizado la semana pasada en el hotel en donde se encuentran alojados los tripulantes del vuelo, 14 venezolanos y 5 iraníes. La medida fue autorizada por el juez de la jurisdicción de Lomas de Zamora, Federico Villena, quien había ordenado el peritaje de los aparatos electrónicos de la tripulación. El juez aún aguardaba la traducción de material sensible escrito en farsí para su análisis.
Estos primeros resultados complican la situación de Gholamreza Ghasemi, sindicado, según informes confidenciales proveídos por el FBI a gobiernos regionales –Paraguay, Uruguay, Argentina, entre otros–, como miembro de las Fuerzas Quds, una entidad terrorista, según la clasificación de Estados Unidos.
El martes, en un dictamen presentado ante Villena, la fiscala Cecilia Incardona señaló que de la investigación realizada hasta ahora surgieron “varios rastros” que “imponen la necesidad” de proseguir la investigación respecto de Ghasemi, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga.
La aeronave llegó a Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto de Ezeiza, en la periferia de Buenos Aires, pero debió hacer antes una escala en el aeropuerto argentino de Córdoba por razones climáticas.
El 8 de junio despegó de Ezeiza para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el principal aeropuerto argentino porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
El avión fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del estatal Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).
El juez Villena retiró los pasaportes a la tripulación -cinco iraníes y catorce venezolanos– e incautó el avión.
TERRORISMO. En su dictamen, la fiscala Incardona observa que el FBI informó que el piloto del avión es director ejecutivo y miembro del consejo de administración de Qeshm Fars Air, empresa que proporciona asistencia a la fuerza Quds.
Para la fiscala, se debe indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a Argentina fue exclusivamente para transportar partes y piezas para automóviles o si estuvo eventualmente orientado a un “acto de preparación para proveer bienes o dinero” que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo.
INCONSISTENCIAS. Para la fiscala, también existen “inconsistencias” en la información respecto de quienes componen la tripulación y pidió que se profundice la investigación sobre este aspecto.
Algunas de las inconsistencias se refieren a: la titularidad del avión, que según datos preliminares aún sería de Qeshm Fars Air; el propietario de una tableta hallada en el avión; varias credenciales de Ghasemi que complican su situación; el hallazgo de una tarjeta del Mahan Ait Hotel (compañía que colabora con terroristas, según el FBI); incongruencias entre las fechas de certificado de matrícula del avión y la póliza de seguro, esta última expedida por Venezuela.
La fiscala sugirió al juez ordenar once nuevas medidas de prueba, entre ellas solicitar a los Estados Unidos que manifieste si Ghasemi está siendo investigado en algún proceso en ese país y, en su caso, si se adoptó alguna medida restrictiva de su libre circulación, y si sobre el avión pesa o no un embargo o restricción formal.
En Venezuela piden seguir investigando
El opositor de Venezuela Julio Borges pidió a las autoridades judiciales de Argentina que continúen la investigación sobre el avión venezolano con tripulación iraní, que fue retenido en el país suramericano, con el fin de establecer eventuales vínculos con el terrorismo. “La Justicia debe seguir investigando todo este entramado que, sin duda, vincula a (Nicolás) Maduro –presidente del país– y a sus aliados con el crimen organizado y el terrorismo”, aseguró Borges en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter. EFE