Por pa’i Oliva - http://www.paioliva.blogspot.com |
Encierra lo mejor de nuestra existencia. Está en todas las civilizaciones, aunque con notables diferencias. Y como persona religiosa yo le añadiría todavía una cuarta: creo, que de alguna forma está oculta en ellas.
Unas sociedades, sobre todo, piensan y actúan. Forman el Primer Mundo. Sociedades organizadas desde hace muchos siglos. Fueron vanguardias en entrar a la Era Moderna.
Otras son copias malas de estas y en ocasiones, se vaciaron de pensamiento, empantanándose en la acción. Caminan a la deriva.
Otras nacieron de la mezcla moderna de los pueblos originarios antiguos con gentes de fuera. Pueblos nuevos que insisten en algo que, a veces, fue un poco o un mucho olvidado: el sentimiento. “Razones” del corazón, que el entendimiento no siempre comprende.
¿Y la memoria?
La memoria como algo del pasado que implica conocimiento, sentimiento y repercusión en la vida, es algo imprescindible. Y esta memoria nos falta mucho en el Paraguay. Pero, la memoria como método principal de educación para aprender, mejor sería dejarla en último lugar. Desgraciadamente en nuestras escuelas, colegios y algunas universidades, es lo que más predomina.
Volvamos al sentimiento: por no saberlo emplear correctamente. ¡Hoy cuantas veces se fracasa en la política! Con insultos y soberbia nunca nos uniremos para un nuevo Paraguay.