Las semillas se enviaron a más de 30 mercados, donde Japón, uno de los países más exigentes en cuanto a calidad e inocuidad, se destaca como segundo comprador con casi 8.000 toneladas, levemente por debajo de México.
“Quedamos cortos este año, hay que aumentar para la próxima cosecha. Hay mucha demanda ahora y muchos países prefieren sésamo de Paraguay”, refirió el presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo, Gilberto Ozorio.
En cuanto al ingreso de divisas, el gremio calculó USD 47,2 millones, que significa una disminución de unos USD 10 millones respecto a primeros 10 meses del 2020. Este comportamiento responde primeramente a una menor producción como efecto de la sequía en el periodo de siembra del año pasado, mientras que los precios también habían disminuido. Para la campaña que acaba de empezar, los exportadores esperan una producción exitosa para aprovechar la demanda del sésamo paraguayo.