Según su opinión, esto ayudaría a poder pelear contra el primer anillo del Primer Comando de la Capital (PCC), el Comando Vermelho y otros grupos que operan en el país. “No tenemos una ley que nos proteja a los investigadores; que nos den mayores atribuciones, como acceso a cuentas bancarias y otras diligencias”, reflexionó el jefe policial.
Silguero afirma que el trabajo que realizan los uniformados es de alto riesgo y requieren de mayor infraestructura y una protección jurídica ante las tareas encubiertas que desarrollan.
El uniformado destacó el trabajo que se llevó a cabo con la detención de Giovanni Barbosa, alias Bonitão, considerado uno de los líderes del PCC, pero afirmó que no siempre se puede llegar a estos resultados, debido a que las estructuras criminales cuentan con apoyo en casi todos los niveles de la sociedad. “Es una estructura genérica. Permearon en la función pública, en la Justicia, también en la Policía, tienen sus tentáculos”, reveló.
Un anteproyecto de esta ley ya fue presentado a los legisladores, según Silguero, pero no prosperó la propuesta.
Argentina es uno de los países que cuentan con una ley especial, mientras Chile está trabajando en un proyecto que fue presentado por el presidente de la República en noviembre del año pasado.
IMÁGENES. Ayer comenzaron a circular imágenes del ataque realizado a la sede de Investigación de Delitos de Pedro Juan Caballero, donde intentaron rescatar a Bonitão, quien había sido detenido por agentes policiales.
Expertos del departamento de Criminalística recogieron algunas evidencias, como los restos de bala que quedaron en el lugar. También afirman que se analizarán las imágenes de circuito cerrado.
El comisario Rubén Paredes, jefe de la unidad que fue atacada, explicó que la estructura desplegó una importante dotación de hombres, vehículos y armas para intentar el rescate.
Las armas utilizadas fueron fusiles de calibre 5,56, que normalmente son de uso militar.
Entre 15 miembros del PCC intentaron ingresar al local policial para rescatar al brasileño. Inicialmente interceptaron una patrullera de la Policía Nacional y tomaron de rehenes a dos oficiales. Hubo un intercambio de tiros de casi una hora; dos de ellos fueron detenidos por la Policía y el resto huyó.
Uno de los capos de la frontera
Giovanni Barbosa Da Silva llegó a la zona de Amambay el año pasado, proveniente de São Paulo, según fuentes investigativas. El hombre fue designado por la plana mayor del PCC para cubrir el vacío que había dejado Sergio da Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro, que había heredado el mote de jefe de la frontera, pero fue detenido por la Policía brasileña. La disputa por el control del tráfico de drogas, armas y otro tipo de financiamiento del crimen organizado desató un río de sangre en Pedro Juan Caballero y otras localidades del Departamento de Amambay. Barbosa fue detenido en plena vía pública y llevaba en su poder armas de grueso calibre. El hombre fue expulsado de nuestro país en la tarde del domingo y entregado a la Justicia brasileña, que lo requería por tráfico de drogas, además de otros delitos.