La articulación Mujeres Indígenas del Paraguay (MIPY) reclama al Estado que asuma sus responsabilidades y no coloque a las comunidades indígenas “como carne de cañón” en una guerra que no es de ellas. Se solidarizan con Juana Benítez y Leticia Valiente, madre y esposa de Adelio Mendoza, el trabajador rural secuestrado junto al ex vicepresidente de la República Óscar Denis.
“Cada 5 años, en tiempos de elecciones, los políticos nos ponen en la misma situación que el autodenominado EPP ahora: ¿Aceptamos los víveres? ¿Son indignas las comunidades que aceptan porque hay gente con hambre?”. En este sentido piden atención desde el Estado en tiempo y forma, porque sí hay comunidades donde las personas están pasando hambre, por lo que colocar la dignidad o la indignidad como tema “no nos ayuda si el Estado no llega con asistencias reales, con ayuda para acceder a agua potable, con salud”. Más que nunca, dicen, necesitan la mirada desde el estado de derecho hacia los indígenas.