Carlos Aquino
SAN PEDRO
Alrededor de cien familias de pequeños productores de varias comunidades de Santa Rosa del Aguaray se preparan para cultivar soja y maíz de acuerdo con las posibilidades de cada agricultor.
Volverán a apostar por estos rubros teniendo en cuenta que en la zafra anterior tuvieron buen rendimiento y el precio fue muy alentador.
Sin embargo, tropiezan con inconvenientes, porque alrededor de media docena de familias se oponen, alegando la peligrosidad de la utilización de químicos.
Los integrantes de esta comisión que aglutina a pequeños productores de La Victoria, 11 de Junio, La Preferida y otros explicaron que no existe ningún peligro en la utilización de químicos en la fumigación de la soja y como prueba mostraron la producción de hortalizas y otros productos de autoconsumo. Señalaron que están teniendo capacitación permanente con el Senave y que todos preparan barreras de protección.
Daniel López, uno de los productores, señaló que desde hace años para los campesinos no hay rubros que generen ganancias. “Todo lo que cultivamos no tiene precio ni mercados. Desde que el algodón dejó de ser una opción la situación de los campesinos se ha agravado, lo que produjo que las familias busquen opciones en las periferias de las ciudades”, explicó.
Recordó que desde el año pasado tienen la cooperación de colonos menonitas con semillas, insumos y preparación del terreno, todo a créditos.
Además, compran la producción a un precio ya establecido con anterioridad. El año pasado ya se produjo en la zona cerca de 100 hectáreas.
“Para esta zafra queremos aumentar en 500 hectáreas nuestra producción, lastimosamente existen algunas familias en la zona que no quieren trabajar y se oponen al cultivo de soja y maíz diciendo mentiras como que nosotros alquilamos nuestros lotes a los menonitas, lo que es falso”, dijo.
Gracias al cultivo de soja y maíz, en la zafra anterior se inyectó en estas comunidades alrededor de G. 500 millones, suma que desde hace décadas no deja un rubro de renta, manifestó López.
Piden a las autoridades el apoyo necesario para seguir cultivando y se comprometen en cumplir con todas las leyes ambientales. También les preocupa la resolución de la Junta Municipal de Santa Rosa del Aguaray, que prohíbe el cultivo de soja en ciertas áreas del distrito; sin embargo, manifestaron que una simple resolución no puede estar por encima de la ley.