12 ago. 2025

Peligrosa espera: Obras en áreas de desmoronamientos no arrancan

Los desmoronamientos en los barrancos no esperan a los procesos burocráticos y políticos. El riesgo de derrumbe avanza todos los días hacia cientos de viviendas al margen del arroyo Ferreira y en sitios históricos, como el museo José Asunción Flores, en Punta Karapã, del barrio Chacarita.

En este último lugar ni siquiera se concretan apuntalamientos para evitar la desaparición de la casa que perteneció al creador de la guarania.

A finales del mes de enero un importante diluvio generó el deslave en la zona ribereña. En ese entonces se procedió al traslado de los bienes del museo al Centro Cultural Manzana de la Rivera por el peligro de desmoronamiento.

Pero hasta ahora no se concretan obras integrales de restauración, o al menos de apuntalamiento. Desde el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) habían señalado que la obra de emergencia está a cargo del Municipio de Asunción, hasta que la cartera estatal llegue con la definitiva, en el marco del mejoramiento de la Chacarita Alta. ÚH intentó comunicarse con el jefe del departamento de Proyectos Urbanos, Nicolás Chaparro, y con el director de Revitalización del Centro Histórico de Asunción, Miguel Riego, pero no atendieron las llamadas.

Arroyo Ferreira. Don Eligio Ibarra (75) inicia su cotidiana labor de limpieza en una vivienda ubicada al margen del arroyo Ferreira, en el barrio Roberto L. Petit. Cuando le toca acercar la escoba hacia el sector donde la superficie desaparece progresivamente, trata de disminuir el ritmo, pero no evita mirar desde el precipicio, desafiando al vértigo y a la tierra ya movediza.

Abajo, el caudal del arroyo avanza con fuerza entre una nutrida vegetación. Pero la armonía natural que se rompe por los miles de desechos arrojados. Desde residuos domiciliarios, restos de poda y hasta neumáticos. Tampoco faltan las miles de conexiones de cañerías.

El panorama es aún más desesperante por las socavaciones que afectan a los cimientos de los hogares. Varios terrenos, murallas, parte de casas ya se desplomaron. Inclusive se observan parte de lo que fueron bloques gigantescos de muros de piedra en medio del agua.

“Vienen técnicos a mirar, sacan muchas fotos, pero luego todo sigue igual”, lamenta don Eligio. Hace más de 10 años que pobladores exigen la construcción de muros de gaviones para soluciones definitivas.

El director de Obras de la Comuna, Antoliano Benítez, señaló que el proyecto está en proceso licitatorio y forma parte de un lote junto con los arroyos Salamanca, Zanja Morotí. Dijo que sería un contrato abierto y la inversión aproximada de G. 2.500 millones.