Al momento de la inspección médica, antes de abordar el avión de la Policía Federal brasileña, Chimenes Pavão presentaba una leve elevación de la presión arterial 130/80. “Es hipertenso, es natural que tenga esa presión elevada”, explicó el médico forense Pablo Lemir.
Lemir fue designado por el Ministerio Público para controlar el estado de salud de Pavão antes de que fuera extraditado al Brasil. El chequeo se realizó en la Agrupación Aerotáctica, una hora antes de que partiera el avión que pondría fin a la historia del supuesto narcotraficante en Paraguay.
El doctor comentó que, al momento del chequeo, el hombre conocido como el barón de la droga portaba todos sus medicamentos consigo, incluso tenía un aparato nebulizador.
La abogada defensora, Laura Casuso, manifestó el jueves a los medios de prensa que su cliente no estaba bien anímicamente ni de salud y que cinco días atrás casi murió porque sufría de apnea.
“No se vio nada de eso, se le consultó directamente sobre su estado de salud y solo refirió hipertensión y gastritis”, confirmó Lemir a Última Hora. Los resultados de los análisis fueron entregados a la Policía Federal del vecino país.
Chimenes Pavão deberá cumplir con una condena de 17 años y ocho meses en su país por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y asociación criminal.
En Paraguay estuvo recluido durante nueve años, condenado por lavado de dinero, asociación criminal y violación a la Ley de Armas en Paraguay.