Camino a la villa serrana
En primera fila. El ministro de Educación, la ministra de Justicia, de la Mujer, la fiscala general y otras autoridades estuvieron atentas a la homilía. El gran ausente fue el presidente Mario Abdo.
Basura. Pese a la gran cantidad de basureros en Caacupé, los peregrinos dejaron sus residuos arrojados por toda la explanada. Alrededor de 700.000 kilogramos de desperdicios fueron recogidos por la Comuna caacupeña.
Recuerdos. Entre los objetos más vendidos se destacaron las remeras de la Virgen, sombrero piri, además varias vendedoras ofrecieron el tradicional piri para la sombra y descanso de los fieles y las artesanías de los indígenas.
Descuidistas. En la fiesta Mariana los descuidistas también se aprovecharon de la situación apropiándose de objetos de valor de los peregrinos.
Mascotas. Muchos peregrinos acudieron a la Villa Serrana en compañía de sus mascotas como perritos y gatitos, algunos peluditos incluso llevaban las remeras de la Virgen.
Disfraces. Niños asistieron a la gran fiesta caacupeña, incluso vestidos de la Virgen lo cual fue objeto de miradas y aplausos en la Villa Serrana.
Oídos sordos. Pese a las recomendaciones, las familias llevaron a numerosos niños hasta el encuentro con la Virgen de Caacupé, muchos sin tapabocas.
La imagen más alta. Una Virgen tallada en madera, que tiene casi tres metros, llegó desde Pedro Juan Caballero hasta la ciudad de Caacupé.