Los familiares y amigos de la jueza Diana Eveline Mereles, víctima de homicidio, se instalaron frente al nuevo Palacio de Justicia y en el salón auditorio, para acompañar el juzgamiento de Miguel Scappini Villalba, supuesto autor del hecho. La defensa alegó declaración bajo efectos de alucinógenos para pedir la nulidad de la imputación, pero el pedido no prosperó.
El juicio oral y público se inició ayer, en el que nuevamente la agente fiscal Natalia Montanía acusó a Scappini Villalba como autor del crimen, homicidio doloso con grado de alevosía, registrado el 27 de junio del año 2020.
El hecho ocurrió en el local del Juzgado Penal de Hernandarias, donde la víctima fue atacada con objetos contundentes y ahorcada por el ahora acusado, según el argumento del Ministerio Público. La magistrada intentó defenderse, pero fue sometida por el hombre que luego confesó que se encontraba bajo los efectos de estupefacientes.
Montanía sostiene que Mereles cumplía sus funciones un sábado, fuera de horario laboral, para ponerse al día con sus expedientes, para luego solicitar la ayuda del guardia de seguridad a fin de que le traslade algunas pertenencias en el vehículo. En el trayecto fue brutalmente agredida, con un extintor y luego con un pedazo de piedra y otra de cable, con el que fue arrastrada por el agresor, en el momento en que intentaba defenderse. La víctima falleció en el lugar y el autor huyó.
JUSTICIA. Los familiares exigen justicia y el castigo al autor del crimen y están en vigilia para acompañar el juicio.
El hecho fue repudiado por los gremios de magistrados y abogados del Este del país. El Colegio de Abogados del Alto Paraná había exigido incluir en la investigación el proceso para el nombramiento como funcionario del Poder Judicial a un hombre cuyo vicio a alucinógenos era conocido.