El partido, que se jugará en el estadio Arena da Baixada de Paraná, sirve para marcar el regreso del local a una semifinal de Libertadores tras 17 años.
Su rival, bicampeón vigente del torneo y capitaneado por el paraguayo Gustavo Gómez, confía en el apoyo de su afición para lograr un marcador favorable de cara a la vuelta en Sao Paulo y acabar con la histórica racha de su rival, que lleva 20 partidos invictos como visitante en el torneo, una hazaña inédita.
Luiz Felipe Scolari, entrenador de los locales, tiene una única duda: si Pablo o la joven promesa Vitor Roque, de apenas 17 años y autor del gol de la clasificación para las semifinales en cuartos contra Estudiantes de La Plata, estará en el ataque.
Palmeiras, por su parte, encadena 13 partidos sin perder en el año. Su última derrota (0-2) fue precisamente contra el Paranaense, el 2 de julio.