18 jun. 2025

PARAGUAYITAS EN ACCIÓN

Ramos generales

Martes|25|NOVIEMBRE|2008 - bcolman@uhora.com.py

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Es muy probable que Clementino Ocampos fuera una persona con gran sentido del humor. Y que por eso no se imaginó que cuando compuso Kuña guapa estaba escribiendo lo más parecido a un himno al machismo guaraní.

Como un detalle a los lectores que no manejan el guaraní, les haré un resumen en castellano. La canción comienza cuando el sujeto en cuestión le insta a la sujeta en cuestión a que se levante, se peine, comience a barrer, y a pensar en lo que va a cocinar.

Entre tanto, espera que ella le sirva el mate, alimente a las gallinas, llene el cántaro con agua y lave la ropa. Después de la comida, el sujeto va a hacer la siesta y ella a remendar la ropa de él, para después cebarle el tereré, antes de hacerle la merienda, por supuesto. Al llegar el atardecer, le dice que vaya a “empolvarse”, para que “brillen sus ojos”. Finalmente le dice que quizá un día de esos vayan a casarse. Hasta aquí la traducción.

A mí siempre me intrigó qué hacía él mientras a la kuña guapa se le iba la vida en servirle. Espero que el sujeto en cuestión tuviera cable y supiera leer, porque si no, se habrá aburrido mucho.

No lo inventaron los paraguayos, pero el machismo es una ideología que considera que las mujeres son inferiores a los hombres. A tanto llega esto que, en pleno siglo XXI, tenemos que seguir hablando de esta plaga. Y tenemos que seguir estando de acuerdo con John Lennon, cuando decía que “la mujer es el negro del mundo”.

CONTRA LA VIOLENCIA. ¿A qué viene todo esto? Ya les explico. Quería hacer referencia a “Paraguayitas y Cadetes en Acción”, el devedé que los miserables cadetes de la Academia Militar grabaron durante la violación sexual múltiple a que sometieron a una compañera de la Academia. El cedé se vende en las esquinas con semáforo, y es, como decía el comunicado de la Secretaría de la Mujer, “una burla hacia la dignidad de las mujeres”.

El comunicado de la Secretaría instaba a la ciudadanía a no comprar el devedé. Según las leyes del mercado, la oferta y la demanda van de la mano. O sea, hablando mal y pronto, el devedé de la violación en la Academil se vende porque hay quienes lo compran.

Por eso, nuestra situación es terrible. Porque a un montón de paraguayos les parece una buena idea comprar el devedé y sentarse en la noche frente a la tele con una cervecita en la mano para ver cómo seis desgraciados violan a una chica.

Definitivamente estamos mal, pero la Justicia paraguaya se ve todavía peor.

El miembro del Tribunal de Cuentas Sixto Melgarejo, cuando habló sobre el caso de violación de la cadete, dijo que la chica no fue violada porque no se observó que haya existido violencia. Y argumentó que no había evidencias de golpes. Por cierto, el abogado éste pasó por alto el hecho de que la joven había sido drogada y se encontraba fuera de sí. Obvio, no pudo defenderse, y obvio que al abogado le faltó estudiar mejor el artículo 130 del Código Penal.

Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, y no es un día para celebrar. Pero sería un gran paso que cada paraguayo pensara dos veces antes de volver a comprar la basura seudopornográfica que le ofrecen en las calles. Que recuerde el dato: en el Paraguay ocho mujeres son violadas cada día.

Y si quiere ver paraguayitas en acción, que se detenga a mirar cómo trabajan de sol a sol su mamá, su esposa y su hermana.