Por Mario Romero, socio de ADEC
En la primera quincena de diciembre del 2019 se llevó adelante el 1er. Encuentro Empresarial Paraguay-Chile, coorganizado por la Red de Inversiones y Exportaciones de Paraguay (Rediex) dependiente del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y su homólogo chileno Prochile. El evento tuvo como objetivo afianzar el relacionamiento Paraguay-Chile y el intercambio comercial entre las empresas de países miembros del bloque regional Alianza del Pacífico con países integrantes del bloque regional Mercosur, por lo que participaron delegaciones empresariales de Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay México.
Chile dispone de una multitud de paisajes extremadamente variados que le han permitido el desarrollo de una gran gama de productos agrícolas y alimentarios especializados de alta calidad, que han ganado el reconocimiento a nivel mundial. Asimismo, el país cuenta con grandes recursos mineros, con industrias de alta tecnología y con una infraestructura portuaria que conecta el continente sudamericano con los países de Asia, a través del océano Pacífico.
Si bien compartimos un mismo lenguaje, un mismo continente y un similar trasfondo histórico, nuestros distintos paisajes y ubicaciones geográficas han generado dos perfiles productivos diferenciados, pero con el potencial generar una relación ganar-ganar a tra-vés de la integración de las cadenas de valor, la inversión, la logística internacional y el intercambio comercial.
La fortaleza de Paraguay, por su parte, está representada por vastas tierras fértiles, por la abundancia de agua y de energía, por un clima favorable para la producción agrícola y ganadera, y por la ubicación en el pleno centro de Sudamérica, que lo posiciona en un sitio estratégico para la integración regional.
En el contexto del Acuerdo de Complementación Económica Mercosur-Chile, celebrado en el año 1996, nuestros países hoy en día gozan de un intercambio comercial liberado de aranceles para prácticamente la totalidad del universo productivo. Además de la ex-portación e importación de productos destinados al consumo final, este acuerdo comercial genera la posibilidad de proveer insumos y componentes para la elaboración de productos con mayor valor agregado destinados a mercados terceros. Al respecto, cabe des-tacar que de esta manera, Paraguay y Chile pueden cooperar para el acceso de productos conjuntamente elaborados a los distintos mercados de Asia, mientras que Paraguay puede constituir una plataforma oportuna en costos y vías de acceso para las zonas más pro-ductivas de Brasil y de Argentina.
El encadenamiento productivo y la confianza que se ha ganado Chile en Paraguay aparecen como dos de los grandes factores para posicionar a este último como un nuevo polo para negocios e inversión chilena, y esto quedó demostrado luego de este encuentro empresarial.
Por lo tanto, Paraguay y Chile pueden competir en fútbol, pero a nivel económico está demostrado que ambas naciones se complementan perfectamente.