El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, anunció ayer la participación del mandatario paraguayo invitado por la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.
Paraguay será uno de los cinco países de todo el continente americano que compartirá con el resto de participantes la evolución del coronavirus en el país, según informó Mazzoleni.
“El presidente dará seguramente un breve discurso y creemos que es un reconocimiento a las tareas que se han hecho aquí”, expuso el ministro de Salud.
La asamblea se dedicará casi íntegramente este año al análisis de la pandemia del Covid-19, en un momento en que cientos de laboratorios de todo el mundo trabajan por hallar vacunas y tratamientos contra una enfermedad que ha matado a más de 300.000 personas en todo el planeta.
Según la agencia EFE, nuestro país suramericano actuó con celeridad en cuanto confirmó el primer caso de coronavirus, el pasado 7 de marzo, en un paraguayo que regresaba de un viaje de trabajo a Ecuador.
Apenas unos días después, el Gobierno decretó una cuarentena parcial que endureció más tarde con una cuarentena total y el cierre de fronteras desde mediados de marzo.
El resultado de estas medidas se ha reflejado en la contención de la propagación de la pandemia en el país, con 778 positivos desde marzo, con 11 fallecimientos y 198 recuperados, según los últimos datos del Ministerio de Salud.
BRASIL, UN PROBLEMA. A pesar del control de la enfermedad que se ha logrado en el país, según muestran los datos, el Ejecutivo paraguayo mira con recelo a Brasil donde se registran más de 218.000 contagiados y el número de muertos supera los 14.800 fallecimientos.
La mayoría de los casos positivos confirmados en Paraguay en los últimos días se detectan en los repatriados procedentes de Brasil, y todos cumplen la cuarentena obligatoria en los albergues habilitados por el Gobierno.
Abdo Benítez calificó la semana pasada a Brasil como “una gran amenaza” para la seguridad sanitaria de los paraguayos, dada la alta circulación del coronavirus y el elevado número de casos en el país vecino.
Ante esa situación, el Ejecutivo paraguayo redobló la presencia de las Fuerzas Militares en toda la frontera con Brasil.
El resto de los países de América del Sur también considera a Brasil una amenaza para su situación sanitaria ya que la administración de Jair Bolsonaro poco o nada hace para impedir la propagación del virus. El presidente argentino, Alberto Fernández, ya tuvo entredicho con Bolsonaro por esta situación.