Si bien reconocen como un paso no haber cedido al pedido de Brasil de bajar la tarifa de energía de Itaipú, la politóloga, Cecilia Vuyk, y el senador, Jorge Querey coinciden en que se deben tratar en realidad otros aspectos centrales, como la venta de energía a precio de mercado en reemplazo de la cesión que aporta un plus irrisorio.
Desde la Campaña Itaipú Ñane Mba’e, Vuyk cuestiona por qué el Gobierno plantea seguir pagando una deuda que el sector considera corrupta e ilegal, teniendo en cuenta que la Contraloría General de la República demostró que el compromiso ya está saldado. En segundo lugar, la agrupación se muestra escéptica respecto a la firmeza que pueda tener el país en su posición de no modificar la tarifa para el próximo año.
La activista argumentó que se llegó a la medida tras las movilizaciones populares que surgieron como respuesta a las intenciones del vecino país de acceder a energía más barata.
“Es un nuevo intento del Gobierno de calmar las aguas y una respuesta a la presión ciudadana. Esto nos muestra con fuerza que como ciudadanía debemos seguir alerta y atentos a cada paso, para defender la soberanía nacional y colocar los temas centrales sobre la mesa, siendo la ciudadanía la única capaz de liderar este proceso en función a los intereses nacionales, frente a un Gobierno que ha demostrado estar al servicio de los interés extranjeros”, señaló la Vuyk acerca del resultado de la reunión mantenida el viernes entre el canciller paraguayo, Euclides Acevedo, y su par brasileño, Carlos Alberto Franco França.
Sobre la polémica deuda espuria, la campaña que trabaja como contralora de los pasos que da Paraguay respecto a la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, considera que incluso hubo una negligencia, ya que Acevedo ni siquiera planteó al diplomático brasileño discutir acerca del dictamen de la Contraloría.
Para el senador Jorge Querey, quien conforma la Comisión Nacional que acompañará las negociaciones del Anexo C del Tratado de Itaipú, la postura de la Cancillería ante la apetencia de Brasil es importante como antesala de la revisiones del 2023. “Abrimos un poco la cancha para discutir en serio con el Brasil sobre mejores condiciones de uso de nuestra energía, los precios correspondientes y que sean aplicados para el desarrollo”, manifestó.
Al igual que Vuyk refirió que además de la tarifa se deben discutir otros puntos como la disponibilidad de energía y la posibilidad de comercializarla a precio de mercado para destinar los recursos al desarrollo del país, como lo hace Argentina.
El costo promedio de la energía suministrada que la Cancillería pretende mantener es de USD 44 por MWH (megavatio hora).
- La Cifra
- USD 44 por MWH es el costo promedio de la energía suministrada por Itaipú. Brasil paga un plus de USD 10.
Corresponde energía más barata para Paraguay, dice técnico
El técnico en energía, Nelson Cristaldo, advirtió que la postura de Paraguay es un engaño porque no beneficia en nada al país. Sostiene que como efecto de la reducción del costo de producción, los paraguayos deberían acceder a un servicio más barato.
El experto instó a no confundir tarifa con costo de producción y en ese sentido explicó que los USD 44 por MWH que rigen actualmente, deben bajar en un 20%. “La ANDE (Administración Nacional de Electricidad) tiene que preparar una nueva tarifa que refleje la disminución del costo de Itaipú para los paraguayos, para que nuestra vida sea más barata, para que nuestras industrias sean más competitivas y para que nuestros comercios paguen menos”, insistió.
Ofuscado criticó que el Gobierno presente como positiva la postura, ya significa todo lo contrario. Calificó de incompetentes al canciller, Euclides Acevedo, y a todos los consejeros de la Binacional, a quienes instó a renunciar si tienen algo de patriotismo.
En cuanto al monto que paga Brasil, que asciende a unos USD 54 MWH, incluyendo el adicional de USD 10 por la cesión de excedente de energía que corresponde al Paraguay, Cristaldo dijo que en realidad hay que pelear por la venta a precio de mercado, donde la oferta y la demanda marquen los márgenes que recibirá el país para su desarrollo. Explicó que en vez de ceder automáticamente a Eletrobras, que funciona como intermediario, el lado paraguayo puede negociar directamente con los 150 comercializadores de la empresa estatal brasileña.