“Juntos, en el amor y en la paciencia, podemos preparar estos días un tiempo mejor. Les agradezco haberme permitido entrar en vuestras casas. Tened un gesto de ternura hacia quienes sufren, los niños o los ancianos”, instó el pontífice argentino.
El Papa se dirigió a los fieles antes de que inicie una Semana Santa “insólita”, pues las liturgias deberán celebrarse sin fieles para evitar contagios, aunque, aseguró, “en el silencio de nuestras ciudades resonará el evangelio de la Pascua”. Expresó su cercanía a las familias que permanecen confinadas en sus casas y, de manera especial, “a los niños y jóvenes que no pueden salir ni es a clase ni hacer sus vidas”.
“Tengo en el corazón a todas las familias, en especial a las que tienen algún ser querido enfermo o que vivieron el luto por el coronavirus u otras causas. En estos días pienso en las personas solas, para quienes es más difícil afrontar estos momentos, sobre todo los ancianos”, indicó.
Se refirió a los enfermos, a quienes sufren problemas económicos o laborales, a los presos y a las personas sin hogar y alabó la generosidad de quienes se exponen para la cura ante esta crisis causada por la pandemia. EFE