El presidente de Federación Paraguaya de Madereros (Fepama), Raúl Legal, explicó que si bien no hay cifras a nivel nacional, se está observando un gran repunte en la ventas, ya que los cortes y su comercialización es tan fluida, que no da tiempo para acumular los productos.
Asimismo destacó que hay casos de personas que se dedicaban a otras actividades y que ahora se volcaron al sector de la madera, indicando que el comportamiento en esta área específica durante la pandemia, generó incluso nuevos empleos.
Pero esta condición favorable no se registró en las exportaciones, donde sí existe una retracción, debido a la paralización del mercado internacional, aunque Legal confía en que se recuperarán los envíos en la pos pandemia.
El sector atribuye esta mejora a la paralización del contrabando de muebles con el cierre del paso fronterizo y teme que una vez que se normalice la circulación, este ilícito vuelva a perjudicar a la producción e industria nacional.
Capital de la Madera. El impacto se siente mayormente en el Departamento de Caaguazú, el centro de la producción forestal. “Yo creo y te aseguro que en este momento aumentó un 60% a 70% en Caaguazú”, estimó el titular de Fepama de esa filial, Osvaldo Ríos.
Mencionó que aproximadamente 20 camiones están saliendo por día desde el lugar con cargas de machimbre, pallets, chip de madera, aserrín, entre otros.
En Caaguazú, las carpinterías se dedican principalmente a los muebles rústicos que venden en centro ubicado en la entrada de la capital departamental. Un 80% de la madera es reforestada y 20% es nativa.
En la ciudad de Capitán Meza, Departamento de Itapúa, la industria también está viviendo una bonanza. Cuenta con 20 empresas que antes de la pandemia prácticamente no vendían nada, mientras que ahora hay aserraderos que no dan abasto.