Ante esto, Alberto Palumbo, propietario de la firma Potî SA, dio su derecho a réplica a los cuestionamientos. Afirmó que desde el momento en que las licitaciones son públicas, todos los interesados tienen el derecho de participar. Aseguró que no adeuda nada a sus ex trabajadores.
Agregó que la empresa está habilitada y que eso debe servir para refutar cualquier tipo de cuestionamiento.
Sostuvo que nunca ganaron un contrato en las dependencias del interior del país del Instituto de Previsión Social (IPS) ya que desde hace 13 años Cevima gana todas las licitaciones.
Con respecto a la denuncia sobre el representante legal, afirmó que Contrataciones hizo una averiguación y comprobó que todo estaba en regla.
IRREGULARIDADES. Palumbo solicitó investigar los salarios que ofrece la empresa dedicada a los servicios de higienización de las dependencias del interior de la previsional. Averiguar cómo se están ejecutando las empresas actuales. También por qué contrataciones no siguió su investigación sobre Cevima.
“Hace un año que no damos un servicio al IPS, y solo por el hecho de averiguar nos están cuestionando. La limpieza es una profesión. Esta es una licitación pública. Nosotros por el solo hecho de averiguar una licitación ya es un pecado. Nosotros salimos de ahí, y nos deben más de G. 35 mil millones. Hay empleadas que dicen que no ven la hora de que vuelva Potî a trabajar. Los médicos dicen lo mismo”, culminó.
El IPS nos debe un año de pago. Son alrededor de G. 35 mil millones. Eso generó muchos inconvenientes a la empresa.
Alberto Palumbo,
empresario.
13
años lleva Cevima ganando contratos con la previsional en sus dependencias ubicadas en el interior del país.
35.000
millones de guaraníes es la deuda del Instituto de Previsión Social con Potî SA, según lo afirmó Palumbo.