Cáceres afirmó que no hay mucha predisposición por parte del entorno de los miembros del grupo armado, que al parecer se encuentra dolido por lo sucedido en Yby Yaú, donde la FTC mató a dos niñas de 11 y 13 años. “Lo que dificulta mucho es que el grupo está muy sentido, la muerte de dos niñas, la desaparición de otra les afecta muchísimo y están con la sangre en los ojos y parece que no tienen ninguna intención de colaborar”, reveló el sacerdote.
Otro de los peros que pone el entorno del grupo armado para colaborar es la desaparición de la hija de Carmen Villalba, que fue denunciada por su hermana Laura, una vez que quedó detenida. “Lo que más se hace sentir es ese dolor que ellos tienen con la desaparición de la niña. Ellos dicen que la niña se encuentra en manos de la FTC, cosa que personalmente yo no creo”, prosiguió.
El cura está trabajando en el acercamiento de las partes por pedido de la familia Denis, con quienes se reunió en Concepción.
La Iglesia aceptó colaborar de esta forma y desde entonces el religioso estuvo manteniendo reuniones con familiares de los miembros del grupo armado. También visitó a Carmen Villalba, una de las líderes, en la cárcel del Buen Pastor.