El lunes, la fiscala Rosa Noguera, que interina a su colega Teresita Torres, apeló la condena de 2 años y 6 meses de cárcel para la odontóloga Lilia Graciela Espinoza, y de 2 años de encierro, para la química Sandra Hermosa, condenadas por la causa.
Ayer, los padres de la joven se encadenaron, mientras que su abogado planteó también apelación para anular el juicio oral y que se reenvíe el caso para otro juzgamiento.
Según la madre, buscan Justicia, ya que consideran que “la Justicia está actuando a favor de las condenadas y no a favor nuestro, venimos a manifestarnos de esta manera”.
Remarcó que presentaron la apelación donde solicitan se anule el juicio oral, donde bajaron la condena para las dos acusadas. “Nosotros pedimos la nulidad total del juicio y un reenvío”, afirmó.
“Pedimos también que se presenten las acciones de inconstitucionalidad que presentaron los dos abogados el año pasado. Pedimos el rechazo por parte de los ministros de la Corte. Pedimos que se haga Justicia”, afirmó la madre de la joven.
DEFENSA. En el juicio oral, el abogado Derlis Céspedes, defensor de la odontóloga, había señalado que hubo varios corresponsables de lo ocurrido, y que Sol podía salvarse.
Explicó que cuando la joven comenzó a sentirse mal, fue llevada al sanatorio San Martín, a eso de las 17:16. Apuntó que a las 17:20 hablaron con el Centro Nacional de Toxicología, donde una doctora les señaló que controlaran los niveles de calcio y potasio, ya que eran indicadores de intoxicación por flúor.
Remarcó que hicieron los análisis, que estuvieron a las 17:44, pero que nadie los vio. Indicó que el médico que estuvo de guardia hasta las 19, refirió en el juicio que no los vio, y el que entró en su reemplazo, dijo que tampoco los examinó.
En los análisis, según Céspedes, se veía que sus niveles de calcio bajaban, ya que se podía leer claramente el calcio disminuyó a 8,28, cuando lo normal era entre 8,50 a 10,50. El protocolo es enviar al paciente a terapia intensiva y administrarle gluconato de calcio, que según el abogado, es usado como antídoto al consumo de flúor, con lo que podía salvarse, “pero nadie leyó ese resultado”, alegó.
Gloria Franco, madre de la niña Thirza Portillo, de 9 años, muerta a raíz de la anestesia, según la madre, en un consultorio odontológico. El lunes iba a iniciar el juicio oral a los dos acusados, la dentista Sandra Obertino y el anestesiólogo Adrián García, pero la Fiscalía, apoyada por la querella y la defensa, solicitaron la suspensión del juicio. Esto, para esperar al tercer procesado, Vicente Cabrera, actualmente con sobreseimiento provisional para que sean juzgados los tres. La madre también reclama Justicia.