Los textos de la misa de hoy, cuando ya faltan pocos días para que termine el año litúrgico, recogen una parte del discurso del Señor en el que hace referencia a los acontecimientos finales de la historia (…).
(…) Los apóstoles recordarían más tarde la advertencia del Señor: No es el siervo mayor que su señor. Si me han perseguido a mí también a vosotros os perseguirán. Con todo, estas tribulaciones no escapan a la Providencia divina. Dios las permite porque serán ocasión de bienes mayores (…).
(…) En este caminar en que consiste la vida vamos a sufrir pruebas diversas, unas que parecen grandes y otras de poco relieve, en las cuales el alma debe salir fortalecida, con la ayuda de la gracia (…).
(…) La paciencia, según San Agustín, es “la virtud por la que soportamos con ánimo sereno los males”. Y añadía: “no sea que por perder la serenidad del alma abandonemos bienes que nos han de llevar a conseguir otros mayores”. Esta virtud lleva a soportar con buen ánimo, por amor a Dios, sin quejas, los sufrimientos físicos y morales de la vida.
El papa Francisco a propósito de la lectura de hoy dijo: “Serán odiados. El Evangelio de esta fiesta recuerda una parte de las palabras de Jesús a sus discípulos en el momento en que los envía en misión. Dice, entre otras cosas:
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará (Mt. 10,22).
Estas palabras del Señor, nos hacen comprender que en las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida.
Hay que dar testimonio de Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente y pagar en persona (...).
(Frases extractadas de http://www.homiletica.org/francisfernandez/franciscofernandez0510.htm yhttps://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-lucas-21-12-19-perseverar-final-salvacion-amor-derrota-violencia-promesa-dios).