El avión estuvo en el centro de la polémica desde el año pasado tras su paso por Paraguay, donde aterrizó en Ciudad del Este, y tras alzar una carga de cigarrillos emprendió vuelo hacia Buenos Aires, Argentina.
La presencia del citado avión en Paraguay es en estos momentos motivo de una investigación fiscal. La carpeta sobre el caso quedó cajoneada durante la administración de Sandra Quiñónez, pero el fiscal general Emiliano Rolón reasignó a otros agentes la prosecución de la investigación.
RETENIDO. En Argentina el avión quedó retenido a pedido de la Justicia de Estados Unidos, que ordenó el decomiso del avión venezolano-iraní, varado en el aeropuerto internacional de Ezeiza, Buenos Aires, Argentina, desde el pasado 6 de junio, presumiendo que sería un bien obtenido de modo ilegal, ya que fue comprado por la empresa venezolana Emtrasur, violando las leyes norteamericanas.
El Gobierno estadounidense solicitó la extinción de dominio del Boeing 747-300, matrícula YV-3531, lo que le permitiría tomar posesión de la aeronave.
El avión perteneció a la empresa iraní Mahan Air y actualmente está en manos de Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), ambas sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
CONTRABANDO. Hubo mucha polémica en torno al avión, ya que a su piloto se lo señaló como integrante de las fuerzas Quds iraníes y se dijo también que la aeronave estuvo implicada en contrabando de oro para el Gobierno venezolano.
En noviembre pasado, un informe de Lloyd’s, el mayor mercado de seguros del mundo, emitió una alerta sobre el envío ilícito de oro en el avión iraní, que supuestamente luego es vendido para generar fondos para actividades terroristas.
MANTENIMIENTO. Recientemente agentes de Estados Unidos y el FBI llevaron todos los documentos y pruebas del avión iraní retenido en Argentina, volvieron a encender sus motores y se encuentran realizándole tareas de mantenimiento.
El avión iraní es encendido y apagado para que se mantenga en condiciones de volar e incluso los norteamericanos ya le cargaron combustible por un valor de hasta USD 100.000.
Por su parte, el Gobierno venezolano exige la restitución de la aeronave y es motivo de una campaña nacional por parte del presidente Nicolás Maduro.