16 jun. 2025

OPINIÓN PÚBLICA

La Filosofía, la Investigación Científica y el rol de la UNA
De los remotos tiempos de la filosofía griega –cuna del pensamiento racional de Occidente–, donde el pensamiento no era solo una actividad casual, sino una forma de vida, a los tiempos modernos, donde el avance tecnológico y el consumismo mediático han desplazado de la agenda juvenil al estudio científico y a las formas más elevadas de raciocinio, existe una amplia diferencia.
En el 2006, tan solo tres postulantes ingresaron al primer año del aula de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. Otro hecho digno de resaltar –o reprobar– es que en los planes de estudio de los Centros de Enseñanza de Filosofía no se incluya el estudio de la Filosofía Oriental de India, China, etc. Esto se debe por un lado a una grave omisión, por parte de la autoridades, y por otro lado a una clara política de rechazo a otras formas de pensamiento y cosmovisiones que se desarrollaron a lo largo de la historia del pensamiento universal, que no comulgan con la tradición de la “civilización” occidental y cristiana, promovida por grupos políticos y religiosos en el poder.
Estos fenómenos no se manifiestan solo en el ámbito de las Ciencias Humanas, sino en todas las áreas de la enseña superior de la UNA. A diferencia de la gran mayoría de los países de la región, la Universidad Nacional no posee programas o proyectos en el área de la Investigación Científica, vital para el desarrollo técnico y científico de una nación. No es prioridad la generación constante de nuevos conocimientos que permitan suprimir el estado de dependencia tecnológica y científica, al que estamos sometidos por los países de la región y del mundo desde tiempos de Carlos Antonio López.
Un proyecto de país que apunte al progreso cultural debe tener como prioridad darle un rol protagónico a la educación superior en el desarrollo de profesionales de las distintas áreas críticos y comprometidos con el desarrollo social, económico y político, y no solo profesionales “esclavos” del mercado, sin visión crítica ni compromiso con el país.
Fabricio Arnella
C.I. 4.489.899

Proyecto homenaje a la muerte
De mi mayor respeto:
Con verdadero estupor nos estamos informando, casi a diario, de crímenes atroces, de lesa humanidad, perpetrados en nuestro país, que parecieran anunciar el advenimiento de “la cultura de la muerte” al Paraguay. En las instituciones públicas, gracias a la complacencia (o la inoperancia) del actual Gobierno, se están robando insumos destinados a niños con hambre, a parturientas y a enfermos graves. ¿Podría concebirse felonía mayor?
En el Ministerio de Educación y Cultura, que debiera ser modelo de práctica de los valores, se han robado nada menos que “el vaso de leche” para los escolares; muchos de los cuales ingieren sólo eso como único alimento del día; por un valor de 17.500 millones de guaraníes.
En el Ministerio de Salud Pública desviaron el destino de 11.500 kits de parto, conscientes de que cada día muere una mujer por falta de insumos al dar a luz. En el IPS está vigente una “red de robos” que, dejando sin medicamentos a los asegurados gravemente enfermos, opera a favor de los bolsillos particulares, acumulando dinero a costa de la muerte de indefensos pacientes.
Estos delitos han sido denunciados, los del MEC y del MSP por la Contraloría General de la República, y los del IPS por el fiscal Arnaldo Giuzzio. No son rumores. Son las pruebas tangibles de que nuestro país está caído por culpa de quienes juraron dignificarlo.
No restablecida aún la ciudadanía, de tan escandalosos golpes a la vida humana, hasta hoy no reparados por sus autores, viene ahora el doctor en Medicina Carlos Filizzola, senador por País Solidario, y nos asesta otra “puñalada”, presentó al Senado un proyecto de ley llamado de “autonomía (libertad) sexual”, y “de la salud reproductiva”. Dice el doctor, según lo escuché en una radio, que esta ley tiene por objeto “disminuir la mortalidad materna por aborto”.
Yo le preguntaría ¿qué tal doctor si hace usted otro proyecto, en vez de este, “para disminuir la mortalidad materna por parto”? Me parece más acorde con su profesión de médico.
Pero ni el “proyecto” ni sus “términos” son creaciones del citado senador, sino que provienen de otras latitudes, donde ya se convirtieron en leyes que permiten el “matrimonio” entre homosexuales, con derecho a adopción de niños, el sexo libre a partir de los trece años, y el “aborto legal y seguro” para todas las embarazadas que desean hacerlo, incluyendo a esas niñas de trece años. Los padres quedan así, por ley, despojados de la patria potestad, pudiendo ser denunciados por “tortura sicológica”, en caso de interfieran en la vida sexual de esas menores. Para nuestra ya tan dolida sociedad, esta es una verdadera “puñalada” certeramente practicada por un profesional de la medicina.
Tal es la ley completa vigente ya en algunos países, no sé qué tan lejos piensa llegar el doctor Filizzola, ¿cuándo vamos a despertar?, ¿cuándo vamos a protestar?
¡Qué ironía!, garantizar por ley la vida de las “madres” que quieren abortar y dejar que mueran, ¡una por día!, las madres que quieran traer una vida al mundo. A las que abortan, toda la protección de la ley; a las que tienen el valor y el amor de ser madres, nuestros gobernantes no las defienden de los ladrones que les roban la vida, secuestrando insumos y ahora, kits de parto.
De esta suerte, el aborto legal será seguro. Pero el parto normal, no. ¿Y a esta gente deleznable bajeza le dan los eufemísticos nombres de “salud reproductiva”, y “autonomía sexual”. Todo un homenaje a la muerte.
Creo que hace falta llegar a médico, para darse cuenta de que este “proyecto” es una aberración asesina.
Muy atentamente,
Francisco Oliveira y Silva
Psicólogo clínico
CI 179.900