“Diputadas y diputados nacionales del Frente de Todos expresamos nuestro firme repudio a las maniobras y expresiones de neto corte golpista que aparecieron en los últimos días”, reza el parte de los legisladores oficialistas difundido por redes sociales.
Para los parlamentarios existiría una acción “sistemática” para desestabilizar la política y la economía del Gobierno argentino.
“Hay una brutal corrida cambiaria que pretende una devaluación abrupta de la moneda nacional, pedidos de juicio político al Presidente de la Nación, amenazas hacia la Vicepresidenta (Cristina Fernández), ex militares convocando a las Fuerzas Armadas y dirigentes políticos y operadores mediáticos planteando el adelantamiento de las elecciones”, enumeraron en el documento.
RESPUESTA DE LA OPOSICIÓN. La oposición salió al cruce recriminándoles fomentar esa misma “desestabilización” política y económica que denunció el Frente de Todos en su comunicado.
“La desestabilización del Gobierno la infringe el Frente de Todos desde el día que muchos legisladores dieron la espalda irresponsablemente al acuerdo con el FMI. También desestabilizan cuando avanzan con proyectos sin aval del Ejecutivo y empujan al país al abismo. Están en default político”, definió Mario Negri en su cuenta de Twitter.
Aunque la votación también recibió votos positivos del oficialismo, el sector más duro del kirchnerismo alineado con la vicepresidenta sumó 28 votos en contra y 13 abstenciones.
Las discrepancias internas del Gobierno desembocaron en la renuncia de Máximo Kirchner como jefe del grupo en Diputados y en la petición de cambios en el acuerdo.
“Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el FMI”, había expresado Kirchner, hijo del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y de la también ex mandataria y actual vicepresidenta Cristina Fernández. EFE