En su informe interino de Perspectivas, publicado este lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) empeora claramente las proyecciones a corto plazo sobre Argentina, país no miembro de la entidad, pero sí del G20, en lo que se puede entender como la integración del efecto de las políticas de choque del nuevo presidente.
Lo más llamativo es la explosión de la inflación, ya que el 250,6 % es nada menos que 93,5 puntos porcentuales superior a la que la organización había anticipado a finales de noviembre.
Según la OCDE, Argentina no sólo fue en 2023 el país de los tres del G20 cuyo PIB cayó en 2023, sino que sufrió el mayor descenso, un -1 % (los otros fueron Arabia Saudí, con -0,9 %, y Alemania, con -0,1 %), y eso se volverá a repetir este año.
De hecho, en 2024 será el único con una contracción de la actividad, que será todavía mayor, del 2,3 %.
MEJOR EN 2025. Uno de los autores del informe subraya que Argentina tenía muchas presiones inflacionistas y la más importante venía por el tipo de cambio, de forma que “la devaluación nos parece un buen primer paso”, pues aunque acelerará la escalada a corto plazo, debería permitir que la situación se modere a medio plazo.
La situación debería mejorar en 2025, cuando la OCDE espera una recuperación del 2,7 % de la economía argentina. La inflación el año próximo se moderará de forma notable, si se compara con la de 2024, pero aun así será del 64,7 %, es decir 17 veces superior a la media del conjunto del G20. EFE