“Es sacrificado el pueblo sufriente y pongo como ejemplo lo que en estos días he leído en publicaciones periodísticas que los enfermos de cáncer, cuya enfermedad de por si es terrible y sufriente, se agrega la no tenencia de medicamentos contra dicho mal”, apuntó el religioso ante los fieles.
Los católicos llegaron en masa hasta la capital espiritual, muchos aprovechando el receso de verano.
El Gobierno recortó USD 13 millones de su presupuesto para Salud Pública y que debían derivarse para la compra de medicamentos e insumos oncológicos. Desde la Asociación de Pacientes con Cáncer de Mama del Hospital de Itauguá, manifestaron que nunca antes estuvieron en estas condiciones en el país.
Benítez remarcó que al sufrimiento de la gente en el país, se suma al sufrimiento de los enfermos y el sacrificio de sus familiares.
En su siguiente alocución, el obispo planteó dos cuestionamientos: ¿Dónde están los millones de dólares de endeudamiento que está realizando el país, lo recaudado a través del pago de los impuestos?
“Se supone que dichos montos económicos deben ser utilizados en salud, educación para favorecer a la comunidad, ¿Dónde están esos montos multimillonarios?”.
Cuestionó que la clase política cuenta con servicios sanitarios privados de lujo y que suman y suman beneficios personales en sus cuentas.
“En contrapartida, muchos cuentan con seguros Vip. Mis queridos hermanos, nosotros tenemos que sacrificarnos si es que estamos ocupando cargos para atender y beneficiar al pueblo”, aseguró.
El demonio. El arzobispo del norte chaqueño se refirió a un mal que aqueja a los más jóvenes, principalmente, y que aseguró se constituye en un “mal demoniaco”. Se expresó así al consumo de drogas.
“Este mal destruye a muchas vidas jóvenes y a sus familias ¿Quiénes son los que se enriquecen, los que viven lujosamente de dicho negocio? Estas personas no pueden vivir con la conciencia tranquila, no pueden llevar una vida en paz”, agregó. Pidió al cordero de dios, Jesús que “arranque de cuajo esa cosa tan fea”. DB
