18 may. 2025

Obispo de Caacupé: “La gente no vino aquí de balde o por turismo”

Cierre. Con una misa central, finaliza hoy la fiesta mariana que contó este año con una presencia récord de feligreses.

Cierre. Con una misa central, finaliza hoy la fiesta mariana que contó este año con una presencia récord de feligreses.

A monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la Diócesis de Caacupé, no le deja de sorprender la fe mariana del pueblo paraguayo hacia la Virgencita Azul de los Milagros.

En el epílogo de esta prolongada fiesta religiosa, Valenzuela estimó que este año la cantidad de fieles que fueron a la Basílica Santuario superó a la de años precedentes. “Había muchísimas personas, impresionante, creo que habremos pasado los 4 millones de fieles”, calculó sobre la cantidad de peregrinos que fueron desde que inició la novena, el 28 de noviembre, pasando por la festividad central –el 7 y 8 de diciembre– hasta el octavario que se cierra hoy con la misa central que él presidirá desde las 7.00.

“Nuestra gente tiene una fe muy grande. Yo me quedé sorprendido de la impresionante cantidad de gente que ha venido aquí peregrinando y no vino de balde o por turismo, no –subrayó–. Tenían sus motivos, había que escucharlos un poco nomás”.

Disminuyó a la mitad –dijo– toda la carga y presión que absorbió durante los días del novenario. Además, contó que recibió felicitaciones de distintos países: De Formosa, Argentina, de Santiago de Chile, de España, de Brasil. “Y gracias a la Virgen traspasamos fronteras; son gente que alguna vez vino por acá”, apuntó a quienes lo saludaron.

Repasó que los promeseros, principalmente, fueron a pedir sobre todo por salud, por sus negocios, por litigios judiciales, etc. Destacó, por lo demás, la gran cantidad de indígenas en los alrededores de la Basílica: De 3.000 que fueron en años anteriores, llegaron más de 5.000 nativos –de diversas etnias– a la Villa Serrana.

“Esto indica que cada vez se van incorporando más y que gracias a lo que es la Virgen de los Milagros de Caacupé nuestro pueblo se vuelca masivamente, es la gracia que tenemos. Gracias a la Virgen de Caacupé nosotros nos unimos, tenemos un mismo sentir, un mismo afecto, un mismo pensamiento. Es la gracia que tenemos nosotros los paraguayos que no tienen otros países”, remarcó el prelado.

Como obispo de la Capital Espiritual del Paraguay, Valenzuela interpreta que esta festividad mariana “es un colchón muy grande para recibir todas las angustias, aflicciones, cargas y problemas de nuestro pueblo” y sirve de catalizador de los dramas sociales “sin que haya grandes manifestaciones que puedan terminar de manera dramática o trágica”.