Sin embargo, aclaró que el temor por su internación, tanto de los directivos como de funcionarios de blanco, es ante un posible intento de rescate del capo narco.
Explicó que debido a la demanda de trabajo que hay en dicho hospital por la pandemia, los funcionarios vienen trabajando desde hace un tiempo bajo un estrés laboral y esta situación se agrava con la tensión de seguridad.
El director remarcó que el predio del Ineram y sus alrededores se encuentran custodiados por los agentes de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (FOPE) de la Policía Nacional.
Sin embargo, un equipo periodístico de este medio recorrió la zona en distintos horas de ayer para corroborar si fue potenciado el control policial debido a la internación del capo narco Gringo en el nosocomio y, llamativamente, no encontró un dispositivo de seguridad mayor.
En las cuadras frente al instituto, sobre la avenida Venezuela, no hay ni una sola patrullera, tampoco agentes policiales de la FOPE estaban apostados en los alrededores.
De igual manera, se ingresó al predio del Ineram, y en el sector del patio delantero tampoco se encontró ningún agente policial.
Esta situación llama la atención, debido a la peligrosidad que implica la internación en el lugar de Clemencio González.
El director alertó que “sería un error garrafal tratar de hacer algún tipo de acción, a fin de procurar la salida de la institución del paciente”. Esto, debido a que Gringo “se encuentra en una situación crítica, con una mecánica respiratoria bastante comprometida. Está con cánulas de alto flujo. Él está muy dependiente de la oxigenoterapia y con los tratamientos de los fármacos”, resaltó González.