Por pa’i Oliva<br>oliva@rieder.net.py<br>La noticia internacional más relevante de esta semana fue la elección del nuevo presidente de los Estados Unidos. <br>Recientemente, el jesuita norteamericano José Mulligan, de visita en Paraguay, me entregó un artículo suyo publicado en el Nuevo Diario de Managua (Nicaragua). <br>"Puede ser que algunas comunidades en Nicaragua estén agradecidas a los militares norteamericanos que andan construyendo escuelas y clínicas en su proyecto ?Nuevos Horizontes?, inclusive que algunos de sus soldados tengan buenas intenciones de ayudar al Pueblo nicaragüense. Pero, su presencia aquí obedece a estrategias e intereses de su Gobierno y de las corporaciones multinacionales y bancos que dictan la política exterior y militar de Washington. El ?Horizonte? que tienen es viejo... Si quieren ayudar a los estudiantes y enfermos, ¿por qué no envían los fondos a Nicaragua para emplear a contratistas y obreros nacionales? ¿Qué busca aquí el Comando Sur?"<br>Aun reconociendo que el dólar es omnipotente, Mulligan tiene esperanza en Barack Hussein Obama, el primer presidente afro y nacido fuera del territorio continental. Mejor que Bush, ciertamente será.<br>Con todo, y sin dudarlo, afirmo que “Latinoamérica para los latinoamericanos”. Eso quiere decir que depende, ante todo de nosotros, de nuestra honestidad, unión y compromiso patriótico, que los pueblos de América Latina mejoremos.<br>