13 may. 2025

Nuevo titular de la Corte habló de presión política y mediática

Nuevos. Alberto Martínez (con micrófono), junto al ex presidente y  sus vicepresidentes.

Nuevos. Alberto Martínez (con micrófono), junto al ex presidente y sus vicepresidentes.

Como estaba previsto, el ministro Alberto Martínez Simón fue electo ayer como nuevo presidente de la Corte Suprema. Son vicepresidentes sus colegas Antonio Fretes y Carolina Llanes.

El nuevo presidente junto al ahora ex titular del Máximo Tribunal, Eugenio Jiménez, señaló que iban a trabajar como un equipo y que habló con los ministros para el apoyo.

Dijo que iba a tratar de que los jueces dictaran siempre sentencias ajustadas a derecho sin temor, pese a la presión política o mediática.

Martínez Simón indicó que el juez debía aplicar la ley y si de repente algún “condenado por la prensa” debía ser absuelto, que lo sea, aludiendo a la presión de los medios de comunicación, en algunos casos muy mediáticos.

Prometió que habrá continuidad en los procesos de transparencia, y una mirada especial a los fueros sensibles. Acotó que iban a fortalecer la infraestructura de los Juzgado de Paz y de la Niñez.

Además, seguir la digitalización de los procesos, que iban a tratar de que lleguen a otros departamentos. Citó San Lorenzo y Central. También de digitalizar los juzgados de Paz, ya que era una herramienta de transparencia.

Aseguró que quería recuperar la confianza de la ciudadanía, y que seguirá en la misma línea que el anterior Consejo de Superintendencia. Agradeció el apoyo de sus vicepresidentes Antonio Fretes y Carolina Llanes.

Afirmó que iban a luchar contra la mora judicial y que iban a demostrar con números que iba disminuyendo.

Martínez Simón tiene seis ejes: “Fortalecimiento institucional judicial”; “Justicia Digital”; “Transparencia y Eficiencia”; “Impulso de la Protección Ambiental”; “Infraestructura al Servicio de la Gente”; y la “Promoción y Defensa de los Derechos Humanos”.

Después, con respecto a la prensa, aseguró que seguirá con la transparencia. “El juez puede o no hablar”, aludiendo que no debía preopinar.

Sobre la mora judicial, respecto a la alta tasa de presos sin condena aseguró que se instaló una mesa de crisis, pero que eran varios problemas más complejos, y no solo de la Justicia.