Los ministros de Agricultura y Pesca de la UE examinarán hoy lunes en Bruselas el estado de los acuerdos comerciales, en un momento difícil para el campo por los costes pero con datos que prueban que los exportadores agroalimentarios mantienen sus ventas.
España conserva su superávit en el comercio de alimentos y bebidas en 979 millones de euros anuales, según los datos difundidos esta semana por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (Mincotur) sobre los doce meses hasta enero, gracias a subidas en la exportación de cárnicos, frutas y verduras. Pero las exportaciones subieron (+15,9% interanual) a la par que las importaciones (20,1%) y además, los productores se enfrentan a la escalada de costes de insumos por la guerra y a la inflación.
MERCOSUR. El acuerdo suscrito en 2019 entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) protagoniza la agenda comercial de 2023, con el interés especial de España para que se cierre durante su presidencia de la UE, en el segundo semestre.
Para el Consejo agrícola de hoy lunes, Austria –uno de los países con más reservas hacia Mercosur– presentó un documento para discusión en el que expone los efectos negativos del pacto en la competitividad agrícola y sus carencias frente a los esfuerzos exigidos a los productores de la UE. Austria argumenta que los controles alimentarios o de bienestar animal en el bloque suramericano son menos frecuentes y que sus costes de producción de aves, azúcar o de terneros son 50% inferiores a los de la UE, además de plantear nuevas normas sobre etiquetado o incluso cláusulas de salvaguardia.
El documento austriaco refleja opiniones de los agricultores y, a juicio del director de relaciones internacionales de Asaja, Ignacio López, reafirma el acuerdo que se alcanzó en 2019 pero falta mucho por desarrollar pues, desde entonces hubo muchos cambios motivados por la pandemia o la invasión rusa.
La fecha de ratificación del compromiso con Mercosur está en el aire, pues debe ser aprobado por los Gobiernos comunitarios y por sus parlamentos; España tiene mucho interés político en que se complete y Francia encabeza el grupo de naciones reticentes. En el bloque latinoamericano hay grandes líderes agrícolas como Argentina y Brasil; este último precisamente reforzó sus ventas de maíz en 2022 a España –país deficitario– como consecuencia de los problemas de abastecimiento de Ucrania.
La UE también mantiene negociaciones comerciales con Australia, Nueva Zelanda, Chile o México. Para los agricultores y exportadores españoles, según López, interesan acuerdos modernos como el que mantiene la UE con Canadá y Japón, que incluyen cláusulas sobre desarrollo sostenible. Entre los productores es mayoritaria la opinión de que el Pacto Verde europeo ya eleva los requisitos verdes en cuanto a fitosanitarios o bienestar animal en la producción alimentaria y por ello piden reciprocidad en las reglas del juego con sus competidores.