Otra más. Rafael González Duarte tuvo un accidente de tránsito, por cuya consecuencia sufrió la fractura de tibia y peroné. Estuvo internado tres meses en IPS. Su cuadro se agravó. Sus familiares hablan de una mala atención. Lo llevaron a Argentina donde le amputaron una pierna.
Luego del percance, en junio de este año, González Duarte fue llevado a IPS Central. Pasaron casi dos semanas para que le prepararan para la operación, cuenta su hija Dora Duarte.
Antes de entrar al quirófano, su padre ya estaba con fiebre. Dora advirtió de dicha situación a los que atendían a su padre. Sin embargo, según dice, no le hicieron caso.
Dos días después de la operación, el paciente recibió el alta. “Fuimos a la casa de una hermana que está cerca de IPS. Mi papá tenía un olor fuerte en el pie. Le dije a mi hermana que algo no estaba bien. Le llevamos de vuelta y en ese momento mi papá quedó otra vez internado”, relata.
Empeoramiento. De IPS Central don Rafael fue enviado a Ingavi. Cuando volvió a internarse “Le sacaron toda la parte de los tejidos, la piel ya le habían quitado todo. Tenía una infección”, contó Dora.
Un mes después de la operación, le tuvieron que retirar los materiales quirúrgicos que le habían puesto porque no se adaptaban a la parte afectada, según le dijeron en IPS.
Don Rafael iba empeorando a causa de la infección. Ya no comía, padecía de gastroenteritis, entre otros problemas.
“Mi papá estaba piel y huesos ya”, describe su hija.
Luego, siempre siguiendo el relato de Dora, en la previsional le dijeron que le colocarían otra placa. Esa como la anterior fue costeada por la familia.
Dos días después los intervinientes informaron que amputarían la pierna al paciente de 69 años. En ese momento Dora decidió movilizar a todos sus hermanos para llevar a su padre a la Argentina.
“Quiero que me saquen de acá porque me voy a morir”, fue el pedido de don Rafael a uno de sus hijos.
A finales de agosto, luego de insistir tres días, pudieron quitar a su padre y llevarlo al país vecino.
Los médicos del hospital vieron su cuadro y debido al estado de la infección, tuvieron que amputar la pierna.
Según contó la hija del paciente, en IPS tuvieron un gasto aproximado de G. 10 millones. Ello incluyó la compra de placas, clavos, hilos, pañales para adultos entre otros insumos. En Argentina no pagaron nada, agregó.
Desde ÚH intentamos tener la versión del director médico de la previsional, doctor Elías Rolón, pero no respondió a nuestro mensaje.
Este caso de supuesta mala praxis se suma al de Ramón Samudio, a quien se le habría amputado una pierna de manera errónea.