22 jun. 2025

“No le sentimos como patrón, sí como amigo”

“Desde que secuestraron al señor Fidel Zavala, toda la actividad económica y productiva en Paso Mbutú, Paso Barreto, Jhuguá Ñandú y otras zonas de Concepción está prácticamente paralizada. No hay trabajo, no hay venta, hay mucho temor y la crisis se hizo más grande”, sostiene Alejandro Morínigo, contratista de obras de Paso Mbutú, quien llegó a realizar numerosos trabajos de construcción de corrales para los establecimientos ganaderos de los Zavala-Serratti.

"Él era prácticamente el que mantenía viva la actividad laboral y productiva en toda esa zona. Él siempre nos daba trabajo, nos brindaba ayuda, no solo a sus empleados, sino a toda la comunidad”, refiere.

Diversos testimonios de pobladores norteños resaltan el trascendente rol social que cumplía Fidel Zavala.

“Siempre fue una persona muy preocupada por las necesidades de la gente. Él era uno de los principales colaboradores de la comunidad educativa, siempre nos apoyaba en todos los emprendimientos para que nuestra escuela pueda mejorar”, destaca la educadora Felicia Lusich, quien se desempeñó como maestra de la Escuela 445 de Paso Barreto durante 23 años.

“La gente pobre es la que más recurría a él”, dice la profesora.

IGUALDAD. Sus empleados también lo recuerdan con mucha emoción. “Nunca le sentimos como un patrón, sino como un amigo, como un padre o un hermano. El dormía con nosotros en la carpa, en el campo, como uno más de los peones, cocinaba y comíamos del mismo rancho. Y si alguien necesitaba ayuda, siempre te tendía la mano”, dice Koki Ortiz, ex mayordomo de la Estancia Z, actualmente dueño de una radio y una discoteca en Paso Barreto.

Koki cuenta que Fidel les ayudó económicamente para que su hijo, Felizardo, pueda seguir sus estudios universitarios en Asunción. “Pero no somos el único caso, muchos jóvenes, hijos de ex empleados y pobladores, le debe que sus hijos hayan podido estudiar y formarse profesionalmente”, señala.